Sumario: | La brecha digital, como fenómeno moderno producto de la cuarta revolución industrial (Camacho Castellán y Christopher, 2021), es
considerada una de las causas de exclusión de sectores sociales, extendiendo la vulnerabilidad en cuanto a la obtención de la
protección de sus derechos. Por esta razón la brecha digital debería constituirse en la variable dependiente de todo estudio
relacionado al acceso igualitario a derechos de poblaciones socialmente vulnerables, pasivas de protección especial del Estado,
elementos a delinear en esta investigación.
En este trabajo se abordará la problemática del acceso igualitario en la tecnología conforme surge del relevamiento de fuentes
secundarias de datos estadísticos y bibliográficos, por lo que metodológicamente es una investigación de diseño descriptivo.
Conforme a un punto de vista de Julian Huxley (Monteverde Ferrando, 2019), pensador del transhumanismo como evolución de la
humanidad, se ve a la brecha digital como una nueva manera de administrar o gobernar a las sociedades por medio de la tecnología
y en un ambiente estrictamente cibernético, bajo una filosofía de pensamiento de trascendencia humana, como “Arquetipo de la
Inmortalidad” (Jung, 1970).
El análisis del inconveniente de la brecha digital, como factor de generación de desigualdades y vulnerabilidades en la sociedad
argentina, nos lleva a plantear un escenario de adaptación en las nuevas tecnologías de las comunidades, cuyos valores endógenos
muchas veces hacen que la implantación de la nueva corriente de pensamiento que transforma a la cultura desde un planteo
exógeno y colonizador sea resistido, por lo que el movimiento contracultural hace que la aceptación de las ideas globalizantes no
sean fáciles de imponer en el interior de nuestro sistema social, donde la trascendencia humana es planteada desde una
cosmovisión idealista y no cientificista, como lo es planteamiento transhumanista. Por ello, romper con el paradigma actual para
pasarse a uno de tintes cientificistas de la trascendencia resulta relevante para los estudios sociales.
Como hemos visto, la distribución social del poder a través del pensamiento de Montesquieu, en la falta de acceso a las nuevas
tecnologías se vuelve un elemento más de dominación de cierto sector sobre otro, cuando las personas no pueden acceder a los
avances propuestos por la digitalización.
La posibilidad de crear máquinas con la autonomía suficiente, capaz de imitar el aprendizaje humano, es un anhelo que tienen los
científicos desde tiempos inmemoriales, razón por la que hablar de la Inteligencia Artificial, globalización y fronteras difusas no es
producto de la Ciencia moderna, ya en el renacimiento, Leonardo Da Vince como un polímata entusiasta, imaginó un mundo donde
el ser humano tenía a disposición suya un sin número de aparatos autónomos que prescindían de la razón humana y su fuerza para
funcionar. Este es el sentido de la Inteligencia Artificial, desarrollar máquinas que sean capaces de tomar decisiones por sí mismas
en favor de la humanidad, que permita al transhumanismo desarrollar el potencial humano del desarrollo más allá de la lógica vida
biológica de los seres humanos en un ambiente híbrido, concreto y virtual.
La brecha digital argentina, como falta de acceso a las tecnologías modernas, sobre todo aquellas denominadas de la Información y
Comunicación, lleva a que nuestra sociedad no pueda emprender el aprendizaje de uso y su consiguiente puesta en valor de ello, en
comparación con los países de la región.
Jhon McCarthy (1956), como el primero en definir a la Inteligencia Artificial como “la ciencia e ingenio de hacer máquinas
inteligentes, especialmente programas de cómputo inteligentes”, por lo que se interpreta que la ciencia de la computación debe
estudiar y tratar de lograr que las máquinas de cómputos sean capaces de razonar y adaptarse a diferentes situaciones como lo
hacen los seres humanos, a través de la interacción social, el aprendizaje cognitivo y la percepción del ambiente que lo rodea,
vinculando al individuo entre el espacio físico y el virtual.
El desarrollo de un sistema de algoritmos matemáticos, que pueda generar una tecnología semejante a la razón humana, necesita
del soporte de grandes cantidades de datos, por lo que para avanzar en este tipo de técnicas, los científicos se valen del
procesamiento de grandes cantidades de datos, siendo necesario recurrir a nuevas formas de almacenamiento de los mismos, ya
que hacerlo en un solo dispositivo resulta imposible por el caudal requerido para el funcionamiento autónomo. Esta nueva manera de
ver las relaciones sociales pone en crisis la idea clásica de las República planteada por Montesquieu, que dividía al poder en tres
para su control en un espacio geográfico y con individuos concretos, lo que no es fácil de determinar en el contexto digital y global
actual.
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