Quintas, divisas y encarnaciones | Ensayos

Los trabajos de David Viñas pueden ser leídos desde varias perspectivas, algunas de las cuales son abordadas por los ensayos de este número de El Matadero en su homenaje: la formación en la obra (más precisamente, en la literatura) de Jean-Paul Sartre y la recepción del existencialismo francés en el...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Bernini, Emilio
Formato: Artículo publishedVersion
Lenguaje:Español
Publicado: Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires 2014
Acceso en línea:https://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/matadero/article/view/502
https://repositoriouba.sisbi.uba.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=matadero&d=502_oai
Aporte de:
id I28-R145-502_oai
record_format dspace
spelling I28-R145-502_oai2025-11-17 Bernini, Emilio 2014-07-11 Los trabajos de David Viñas pueden ser leídos desde varias perspectivas, algunas de las cuales son abordadas por los ensayos de este número de El Matadero en su homenaje: la formación en la obra (más precisamente, en la literatura) de Jean-Paul Sartre y la recepción del existencialismo francés en el campo intelectual de Buenos Aires, y en este aspecto, la concepción de la propia tarea intelectual desde la noción de engagement, que en Viñas se formuló como una refutación del ensayo hermenéutico “esencialista” a lo Eduardo Mallea y Héctor A. Murena, y como una crítica de las formas hegemónicas literarias, culturales y periodísticas (cuyas publicaciones modelo eran la revista Sur y el diario La Nación) de la clase dominante. En la misma línea, su relación con los intelectuales coetáneos, en particular con el grupo de la revista Contorno (nombre que puede leerse como una traducción, una adaptación, del concepto sartreano de situation) y otros, más jóvenes, que incidieron en distintos campos de la cultura argentina incluso hasta hoy: Carlos Correas, Juan José Sebreli, Oscar Masotta. Su obra también puede leerse desde la discusión estética e ideológica que entabló con los grandes ensayistas argentinos, en una serie en la que es preciso situarlo: Domingo F. Sarmiento y Ezequiel Martínez Estrada, con quienes no solo comparte cierta situación de enunciación que es a la vez la del exiliado, la del nacionalista formado en la cultura europea y la del ideólogo no sistemático, la del escritor (cf., Beatriz Sarlo, “Un triángulo. Viñas, Martínez Estrada, Sarmieno”). Asimismo, Viñas puede ser leído desde la perspectiva del formador reconocido por los intelectuales más relevantes de los últimos veinte años del siglo pasado, que encontraron en él a un maestro, o hicieron de él –con él incluso–, un modelo de intelectual, un modo de intervención en el campo político, pero también un modelo de escritura, una moral: por un lado, Josefina Ludmer, Beatriz Sarlo, Ricardo Piglia, la revista Los libros y la revista Punto de vista; por otro, algunos intelectuales de la Facultad de Ciencias Sociales, agrupados en torno a la revista El Ojo Mocho, que entablaron discusiones con otros grupos del campo intelectual de la misma tradición crítica cultural. En todos los casos, Viñas fue modelo de formación no menos que objeto de discusión (cf., Diego Peller: “Viñas y la crítica. Relecturas y ajustes de cuentas”).Los ensayos de Viñas, revisados aquí, se vuelven modelo de un pensamiento que historiza y politiza lo literario, parte de esa recusación de la tradición ensayística hermenéutica, y de una escritura que conoce bien que el lenguaje es instrumento de poder y de violencia y que, en tanto tal, es preciso horadarlo, trastrocarlo, alterarlo, manipularlo (los collages de los textos de la clase dominante, la discontinuidades discursivas a que los somete, cf. María Mudrovcic, “Notas al margen de Indios, ejército y frontera), porque siempre se cristaliza, porque siempre, en algún punto, el lenguaje traiciona. Por eso mismo, el ensayo de Viñas nunca buscó la “cientificidad” de cierta escritura académica actual, nunca se rigió por las obligaciones institucionales; por el contrario, se compuso de “vetas de ficcionalidad”, en sus textos más importantes desde el modelo de literatura de Balzac, para hacer del lenguaje escrito –fijo, sometido a los regímenes– una voz –espontánea, iterativa, errante– (cf., Magdalena Cámpora, “El modelo Rastignac”).Emilio Bernini  application/pdf https://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/matadero/article/view/502 spa Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires https://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/matadero/article/view/502/486 El Matadero Revista Crítica de Literatura Argentina; Núm. 8 (2014): David Viñas; 5-6 2683-9687 0329-9546 Quintas, divisas y encarnaciones | Ensayos info:eu-repo/semantics/article info:eu-repo/semantics/publishedVersion https://repositoriouba.sisbi.uba.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=matadero&d=502_oai
institution Universidad de Buenos Aires
institution_str I-28
repository_str R-145
collection Repositorio Digital de la Universidad de Buenos Aires (UBA)
language Español
orig_language_str_mv spa
description Los trabajos de David Viñas pueden ser leídos desde varias perspectivas, algunas de las cuales son abordadas por los ensayos de este número de El Matadero en su homenaje: la formación en la obra (más precisamente, en la literatura) de Jean-Paul Sartre y la recepción del existencialismo francés en el campo intelectual de Buenos Aires, y en este aspecto, la concepción de la propia tarea intelectual desde la noción de engagement, que en Viñas se formuló como una refutación del ensayo hermenéutico “esencialista” a lo Eduardo Mallea y Héctor A. Murena, y como una crítica de las formas hegemónicas literarias, culturales y periodísticas (cuyas publicaciones modelo eran la revista Sur y el diario La Nación) de la clase dominante. En la misma línea, su relación con los intelectuales coetáneos, en particular con el grupo de la revista Contorno (nombre que puede leerse como una traducción, una adaptación, del concepto sartreano de situation) y otros, más jóvenes, que incidieron en distintos campos de la cultura argentina incluso hasta hoy: Carlos Correas, Juan José Sebreli, Oscar Masotta. Su obra también puede leerse desde la discusión estética e ideológica que entabló con los grandes ensayistas argentinos, en una serie en la que es preciso situarlo: Domingo F. Sarmiento y Ezequiel Martínez Estrada, con quienes no solo comparte cierta situación de enunciación que es a la vez la del exiliado, la del nacionalista formado en la cultura europea y la del ideólogo no sistemático, la del escritor (cf., Beatriz Sarlo, “Un triángulo. Viñas, Martínez Estrada, Sarmieno”). Asimismo, Viñas puede ser leído desde la perspectiva del formador reconocido por los intelectuales más relevantes de los últimos veinte años del siglo pasado, que encontraron en él a un maestro, o hicieron de él –con él incluso–, un modelo de intelectual, un modo de intervención en el campo político, pero también un modelo de escritura, una moral: por un lado, Josefina Ludmer, Beatriz Sarlo, Ricardo Piglia, la revista Los libros y la revista Punto de vista; por otro, algunos intelectuales de la Facultad de Ciencias Sociales, agrupados en torno a la revista El Ojo Mocho, que entablaron discusiones con otros grupos del campo intelectual de la misma tradición crítica cultural. En todos los casos, Viñas fue modelo de formación no menos que objeto de discusión (cf., Diego Peller: “Viñas y la crítica. Relecturas y ajustes de cuentas”).Los ensayos de Viñas, revisados aquí, se vuelven modelo de un pensamiento que historiza y politiza lo literario, parte de esa recusación de la tradición ensayística hermenéutica, y de una escritura que conoce bien que el lenguaje es instrumento de poder y de violencia y que, en tanto tal, es preciso horadarlo, trastrocarlo, alterarlo, manipularlo (los collages de los textos de la clase dominante, la discontinuidades discursivas a que los somete, cf. María Mudrovcic, “Notas al margen de Indios, ejército y frontera), porque siempre se cristaliza, porque siempre, en algún punto, el lenguaje traiciona. Por eso mismo, el ensayo de Viñas nunca buscó la “cientificidad” de cierta escritura académica actual, nunca se rigió por las obligaciones institucionales; por el contrario, se compuso de “vetas de ficcionalidad”, en sus textos más importantes desde el modelo de literatura de Balzac, para hacer del lenguaje escrito –fijo, sometido a los regímenes– una voz –espontánea, iterativa, errante– (cf., Magdalena Cámpora, “El modelo Rastignac”).Emilio Bernini 
format Artículo
publishedVersion
author Bernini, Emilio
spellingShingle Bernini, Emilio
Quintas, divisas y encarnaciones | Ensayos
author_facet Bernini, Emilio
author_sort Bernini, Emilio
title Quintas, divisas y encarnaciones | Ensayos
title_short Quintas, divisas y encarnaciones | Ensayos
title_full Quintas, divisas y encarnaciones | Ensayos
title_fullStr Quintas, divisas y encarnaciones | Ensayos
title_full_unstemmed Quintas, divisas y encarnaciones | Ensayos
title_sort quintas, divisas y encarnaciones | ensayos
publisher Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires
publishDate 2014
url https://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/matadero/article/view/502
https://repositoriouba.sisbi.uba.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=matadero&d=502_oai
work_keys_str_mv AT berniniemilio quintasdivisasyencarnacionesensayos
_version_ 1851375893073625088