Conflicto y negociación en políticas de erradicación de cultivos de coca

Tras un conjunto de determinaciones multilaterales y bilaterales en la agenda internacional, Bolivia asumió el compromiso de aplicar una política de Estado en la lucha contra el narcotráfico, entendida como actividad de interdicción a la producción de cocaína y, sobre todo, como erradicación de cult...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Salazar Ortuño, Fernando - Autor/a
Formato: Text draft Capítulo de Libro
Lenguaje:Spa
Publicado: CLACSO 2012
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Acceso en línea:http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/collect/clacso/index/assoc/D6208.dir/05tres.pdf
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Descripción
Sumario:Tras un conjunto de determinaciones multilaterales y bilaterales en la agenda internacional, Bolivia asumió el compromiso de aplicar una política de Estado en la lucha contra el narcotráfico, entendida como actividad de interdicción a la producción de cocaína y, sobre todo, como erradicación de cultivos de hoja de coca. Esta posición estatal evidenció la doble moral y contradicción frente a la sociedad, ya que el circuito coca-cocaína constituyó una fuente para el enriquecimiento de las elites durante el militarismo así como de prominentes políticos y empresarios durante el Estado neoliberal (peces gordos), y su participación quedó, en su mayoría, en la impunidad. Por otro lado, el Estado del militarismo y del neoliberalismo inducía a miles de personas a ingresar en el circuito coca-cocaína –particularmente en los niveles de producción primaria (elaboración de pasta base)–, quienes obligados por su situación de pobreza encontraron en esta actividad una última alternativa de sobrevivencia y superación de su estado de marginalidad. En los hechos, esta población fue en realidad la mayor “víctima” de los efectos de las políticas estatales. Y fue precisamente contra la población más pobre que el militarismo y el neoliberalismo aplicaron con dureza la acción de la maquinaria estatal (violencia física y jurídica) para eliminar el cultivo de coca que, como se vio en el anterior capítulo, fue el cultivo comercial que generaba los mayores ingresos económicos para los miles de campesinos colonizadores y campesinos sin tierra. La acción contestataria y de defensa de los campesinos colonizadores productores de coca, quienes confrontaron al Estado por sus políticas de erradicación, posibilitó cambios y ajustes continuos en las políticas de erradicación diseñadas. Asimismo, la resistencia social durante más de dos décadas posibilitó la emergencia de un sólido movimiento social de rechazo a la erradicación y al Estado neoliberal, cuya influencia generaría cambios a nivel regional y nacional.