El escenario, un instrumento

La especificidad del músico escénico incorpora el mundo sonoro, las desafinaciones, los ruidos espantosos, los ruidos de una época. Estupefaciente del escenario-cerebro capaz de fisicalizar lo intangible, ariete de inconsciente, constructor del mismo. La pregunta es si se traspone miméticamente lo q...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Arce, José Luis
Formato: Artículo revista
Lenguaje:Español
Publicado: Centro de Producción e Investigación en Artes, Facultad de Artes, Universidad Nacional de Córdoba. 2017
Materias:
Acceso en línea:https://revistas.unc.edu.ar/index.php/ART/article/view/17823
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Descripción
Sumario:La especificidad del músico escénico incorpora el mundo sonoro, las desafinaciones, los ruidos espantosos, los ruidos de una época. Estupefaciente del escenario-cerebro capaz de fisicalizar lo intangible, ariete de inconsciente, constructor del mismo. La pregunta es si se traspone miméticamente lo que sabemos de él, lo que lo dopa, lo que lo complace. La música como elemento objetivador o subjetivador, colabora a no montar sus determinaciones, sino a ser la acupuntura que acciona sobre la morfogenética del espectáculo, hilvanando con su ritual poético de develación, los estratos más secretos de la conciencia e instando a participar de su incertidumbre. Rompiendo la reminiscencia simbólica del concierto, para asumir el ‘aquí y ahora’ ígneo de lo que se presenta y aparece y no de lo que se re-presenta o asocia. El aparecer es del rango de la epifanía. Y cuando la música lo hace, anuncia, pues es profética (Jacques Attali).