Microbiología, tratamiento antimicrobiano y análisis de mortalidad en pacientes con bacteriemias por Enterobacterales productoras de carbapenemasas y sensibles a carbapenémicos

Las bacteriemias por Enterobacterales productoras de carbapenemasa (BEPC) son un desafío global, con mortalidades elevadas y opciones limitadas en comparación a bacteriemias por Enterobacterales sensibles a carbapenémicos (BESC). La caracterización de estas bacter...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autores principales: Lipari, FG, Morandini, FN, Ruiz, SE, Irrazabal, MG, Montamat, M, Saka, HA
Formato: Artículo revista
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad Nacional Córdoba. Facultad de Ciencias Médicas. Secretaria de Ciencia y Tecnología 2025
Materias:
Acceso en línea:https://revistas.unc.edu.ar/index.php/med/article/view/50629
Aporte de:
Descripción
Sumario:Las bacteriemias por Enterobacterales productoras de carbapenemasa (BEPC) son un desafío global, con mortalidades elevadas y opciones limitadas en comparación a bacteriemias por Enterobacterales sensibles a carbapenémicos (BESC). La caracterización de estas bacteriemias es fundamental para el diseño de abordajes adaptados a nuestra realidad. Para analizar la microbiología, tratamiento antimicrobiano y mortalidad asociada a BEPC y BESC, se realizó un estudio observacional/prospectivo en >18 años (2020-2023), atendidos en un hospital universitario. Se enrolaron 97 BEPC y 194 BESC y se evaluaron variables clínicas, especie bacteriana (MALDI-TOF), sensibilidad antimicrobiana (Vitek2/difusión), carbapenemasa (PCR: KPC-NDM-VIM-IMP-OXA), y 21 genomas de  Klebsiella pneumoniae de BEPC (Illumina-Miseq). Se investigaron predictores clínicos de mortalidad a 30 días (M30d) mediante análisis de probabilidad condicional. La diferencia de proporciones se evaluó por Chi-cuadrado y la comparación de medianas por Mann-Whitney-U-test. En BEPC predominó K. pneumoniae (74%) y en BESC Escherichia coli (61%). Las opciones no-beta-lactámicas con menor resistencia fueron: fosfomicina (26%), colistín (21%) y tigecilina (17%) en BEPC y amikacina (2%) en BESC. Las principales carbapenemasas fueron KPC (62%) y NDM (33%). Los principales linajes clonales de K. pneumoniae en BEPC fueron ST11 (29%) y ST258 (19%). No hubo diferencias significativas (BEPC/BESC) en edad mediana (62/68 años) ni sexo (66%/54% masculinos). BEPC presentó mayor antecedente de cirugía previa (52%/37%, p=0,02) y COVID-19 (21%/4%, p<0,0001). El tratamiento empírico apropiado en BEPC fue menor (32%/70%, p<0,0001). La M30d en BEPC/BESC fue 39%/20% (p=0,0004), en BEPC-otros antibióticos (BEPC-OA)/BPC-ceftazidima avibactam (BEPC-CZA): 49%/15% (p=0,0043), sin diferencias significativas entre BEPC-CZA y BESC. La combinación de: Score de Pitt>4 o estado mental no-alerta, bacteriemia en UTI y trombocitopenia se asociaron a M30d en BEPC (>90% probabilidad). Ninguna combinación predijo M30d en BESC.  Conclusión, BEPC presenta mayor mortalidad y baja adecuación a la terapia empírica antimicrobiana.  CZA fue la opción más eficaz en BEPC, equiparando la mortalidad a BESC. La conjunción de score de Pitt>4 o estado mental no-alerta, bacteriemia en UTI y trombocitopenia se identificaron como variables críticas para predecir M30d y estratificación de riesgo en BEPC. Estos resultados aportan herramientas valiosas para optimizar estrategias terapéuticas e intervenciones tempranas frente a BEPC en nuestro medio.