¿Por qué no hay argumentos concluyentes en filosofía? El caso de los argumentos por regresión infinita

La distinción entre argumentos concluyentes e inconcluyentes (también podríamos hablar de argumentos “demoledores” y “no-demoledores”) es una distinción firmemente arraigada en el lenguaje pre-filosófico. Luego de esbozar una definición de “argumento concluyente” intento establecer por qué los argum...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Arroyo, Gustavo
Formato: Artículo revista
Lenguaje:Español
Publicado: Jornadas de Epistemología e Historia de la Ciencia 2020
Materias:
Acceso en línea:https://revistas.unc.edu.ar/index.php/jornadaehc/article/view/28381
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Descripción
Sumario:La distinción entre argumentos concluyentes e inconcluyentes (también podríamos hablar de argumentos “demoledores” y “no-demoledores”) es una distinción firmemente arraigada en el lenguaje pre-filosófico. Luego de esbozar una definición de “argumento concluyente” intento establecer por qué los argumentos por regresión infinita, tan comunes en la argumentación filosófica, no lo son. La respuesta contiene dos partes: la primera consiste en un análisis del tipo de premisas que se requieren para elaborar un  argumento de este tipo. La segunda parte, consiste en mostrar que las premisas comúnmente utilizadas en una regresión no son indisputables y ofrecen al defensor de la teoría que se pretende refutar la posibilidad de una salida racional a la refutación.