Atmósfera sin máquinas

La temperatura de bienestar para la mayoría de los humanos se sitúa entre 22 y 26 grados centígrados. De ahí el nombre de este proyecto, 2226, que los arquitectos Baumschlager Eberle construyeron para sede de sus propias oficinas y que se basa en el principio de obtener el confort climático mediante...

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Lenguaje:Indeterminado
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520 |a La temperatura de bienestar para la mayoría de los humanos se sitúa entre 22 y 26 grados centígrados. De ahí el nombre de este proyecto, 2226, que los arquitectos Baumschlager Eberle construyeron para sede de sus propias oficinas y que se basa en el principio de obtener el confort climático mediante la regulación de los flujos naturales. Aprovechando la altura de los forjados y el espesor de los muros de ladrillo, de 76 cm, la ganancia térmica debida a la radiación solar logra alcanzar el centro del edificio. Mediante la instalación de sensores, se controla automáticamente la apertura de los huecos.  
610 |a Edificio de Oficinas 2226  |y 2014  |z Lustenau, Austria 
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773 0 |t Arquitectura viva  |g Nro. 168 (2014), p. 16-21  |d Madrid : AVISA, 1988-  |x 0214-1256  |w (armpun)heme-0045 
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