Otra vez Beethoven, pero renovado

El denominativo “lo nuestro” es atribuido por cualquier gente de cualquier parte del mundo a todo lo que articula con su tierra: desde las cosas materiales hasta las espirituales. Se refieren como espirituales a los productos de la creatividad de cada pueblo en diversas áreas artísticas. A pesar de...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Koval, Nadia
Otros Autores: Barreiros, Raúl
Formato: Artículo de Publicación periódica
Lenguaje:Español
Publicado: 2017
Materias:
Acceso en línea:http://repositorio.una.edu.ar/handle/56777/1172
Aporte de:
Descripción
Sumario:El denominativo “lo nuestro” es atribuido por cualquier gente de cualquier parte del mundo a todo lo que articula con su tierra: desde las cosas materiales hasta las espirituales. Se refieren como espirituales a los productos de la creatividad de cada pueblo en diversas áreas artísticas. A pesar de que a cada nación le resulta muy placentero reconocer que las obras de sus geniales autores pertenecen a toda la humanidad, en momentos oportunos siguen subrayando que nadie en el mundo podría interpretar a Shakespeare mejor que los ingleses o tocar Debussy mejor que los franceses. Con la grabación de las famosas 9 Sinfonías de Ludwig van Beethoven, Mikhail Pletnev y la Orquesta Nacional Rusa hicieron tambalear este concepto.