Estudio celular y molecular de la autofagia durante los procesos de maduración en células eritroleucémicas

La autofagia es un mecanismo de homeostasis celular, en el cual macromoléculas citosólicas e incluso organelas enteras son degradadas en los lisosomas. Durante este proceso varias proteínas ATG (autophagy-related gene) se combinan de forma secuencial, induciendo la prolongación de membranas espec...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Fader, Claudio, Milán, Romina, Martín, Julieta, Salassa, Nebaí
Formato: Resumen de Comunicación en Evento Científico
Lenguaje:Español
Publicado: 2017
Materias:
Acceso en línea:http://repositorio.umaza.edu.ar/handle/00261/344
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Descripción
Sumario:La autofagia es un mecanismo de homeostasis celular, en el cual macromoléculas citosólicas e incluso organelas enteras son degradadas en los lisosomas. Durante este proceso varias proteínas ATG (autophagy-related gene) se combinan de forma secuencial, induciendo la prolongación de membranas especializadas del retículo endoplasmático (Fagoforo) que al fusionarse forman el autofagosoma. Esta vacuola comienza a madurar por fusión con vesículas provenientes de la vía endocítica dando origen al anfisoma, el cual finalmente se fusiona con el lisosoma para degradar su contenido (autofagolisosoma). Diariamente se producen en nuestro organismo cantidades extraordinarias de células sanguíneas, tales como los glóbulos rojos o eritrocitos, los cuales se generan a través de un proceso denominado eritropoyesis. Es importante tener en cuenta que los reticulocitos (precursores inmediatos de los eritrocitos) sufren una extensiva remodelación de sus estructuras internas, lo cual asegura su función celular crítica. Varios trabajos han demostrado la importancia de la autofagia en la maduración de algunos tipos celulares, como los reticulocitos. El estudio en profundidad de los mecanismos moleculares que regulan la autofagia aportará datos importantes para entender con mayor profundidad los mecanismos de diferenciación eritroide, especialmente en las hemopatologías como las leucemias. Nuestro modelo celular son las células K562, las cuales provienen de pacientes con leucemia mieloide crónica, siendo muy utilizadas como modelo de diferenciación eritroide.