Marcadores oncológicos sanguíneos en caninos: una "bola de cristal” para predecir el comportamiento tumoral
El cáncer es un proceso de múltiples etapas en el cual el tejido tumoral y el microambiente que lo rodea van adquiriendo características particulares como consecuencia de la transformación de las células neoplásicas. Hasta hace unos pocos años, el diagnóstico de las neoplasias en medicina veterinari...
Guardado en:
| Autor principal: | |
|---|---|
| Formato: | Artículo de Divulgación |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
2025
|
| Materias: | |
| Acceso en línea: | https://repositorio.umaza.edu.ar/handle/00261/3627 |
| Aporte de: |
| Sumario: | El cáncer es un proceso de múltiples etapas en el cual el tejido tumoral y el microambiente que lo rodea van adquiriendo características particulares como consecuencia de la transformación de las células neoplásicas. Hasta hace unos pocos años, el diagnóstico de las neoplasias en medicina veterinaria se basaba principalmente en la clínica del animal, sumado a un análisis de laboratorio limitado para conocer el estado general de salud del paciente y otros diagnósticos complementarios. Se tiene acceso a diagnósticos radiológicos y ecográficos cada vez más precisos, que resultan informativos cuando la enfermedad ya tiene un grado de avance significativo para el paciente. Para anticiparnos a ese momento se buscan biomarcadores. Un biomarcador sanguíneo es una molécula producida por las células normales o tumorales en respuesta a la transformación que van sufriendo las mismas en el desarrollo neoplásico y que pueden medirse o cuantificarse con análisis de laboratorio. Permiten diagnosticar el tumor en un período subclínico, hacer un seguimiento de la evolución de la enfermedad, obtener un pronóstico o predecir la respuesta a un tratamiento, incluso el estudio de biomarcadores ha permitido identificar dianas terapéuticas para desarrollar tratamientos más precisos con menos efectos secundarios. Existen una amplia variedad de marcadores tumorales sanguíneos que, mayormente, son comunes a más de una entidad neoplásica, sería óptimo poder disponer de biomarcadores “ideales”, que tengan una alta especificidad y sensibilidad a un tipo determinado de cáncer. Se propone realizar una biopsia líquida, que permite analizar y aislar material tumoral en fluidos, por ejemplo, una muestra de sangre para medir los marcadores, siendo un método mínimamente invasivo, que se puede hacer de forma rápida y con determinaciones seriadas en el tiempo a diferencia de las biopsias de tejidos. En sangre pueden medirse iones, proteínas, hidratos de carbono, lípidos, ácidos nucleicos libres o células tumorales circulantes como marcadores de una enfermedad tumoral. |
|---|