Linfoma canino, la importancia del inmunofenotipo
Cuando hablamos de linfoma canino, parece que hablamos de una sola entidad y que en ella se engloban todas las afecciones neoplásicas del sistema linfático pero, los linfomas caninos representan un grupo de neoplasias heterogéneas con comportamientos biológicos distintos según el subtipo histológico...
Guardado en:
| Autor principal: | |
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| Formato: | Artículo de Divulgación |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
2025
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| Materias: | |
| Acceso en línea: | https://repositorio.umaza.edu.ar/handle/00261/3616 |
| Aporte de: |
| Sumario: | Cuando hablamos de linfoma canino, parece que hablamos de una sola entidad y que en ella se engloban todas las afecciones neoplásicas del sistema linfático pero, los linfomas caninos representan un grupo de neoplasias heterogéneas con comportamientos biológicos distintos según el subtipo histológico y el grado de distribución sistémica, con diferente evolución clínica y pronóstico. Forman parte de los cánceres más frecuentes y significan entre el 12% y el 18% de todos los cánceres caninos. El linfoma representa hasta el 90% de todas las neoplasias hematopoyéticas en perros, de los cuales, ciertas razas muestran un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. El tumor se caracteriza por una expansión clonal de células linfoides, y el origen de estas células malignas (células B versus células T) está fuertemente asociado con la respuesta a la terapia.
La clasificación del linfoma canino se basa en la localización anatómica, las características histológicas como arquitectura del tejido, morfología de las células, grado de malignidad y, en las características inmunofenotípicas, sumado a la presentación clínica y el análisis del genoma.
La forma anatómica más común es la multicéntrica, que suele caracterizarse por una linfadenopatía periférica y representa aproximadamente el 75% de las presentaciones clínicas del linfoma. La clasificación de los linfomas según la morfología de las células linfomatosas, ya sea a través de la citología o de la histopatología, es compleja. La clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el estándar actual para el diagnóstico en humanos. Esta clasificación se adaptó al perro y junto a la tipificación actualizada de Kiel, son los esquemas más usados para clasificarlos en dos inmunofenotipos (B o T) y cada uno de ellos en varios subtipos (https://doi.org/10.1177/0300985810379428). En los perros, al igual que en los humanos el morfotipo del linfoma se correlaciona con el pronóstico. La mayoría de los estudios realizados en linfomas caninos determinaron que los tumores de células B son más comunes (51-64%), luego los linfomas de células T (26-38%), y que el subtipo más común en perros es el linfoma difuso de células B grandes. |
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