Indicadores inmunológicos del efecto de dos prebióticos en la producción de pollos parrilleros (Gallus gallus)

Los prebióticos pueden tener efectos positivos sobre las aves, no sólo a nivel intestinal sino también sistémico. Se realizó la cría de 198 aves separándolas en tres grupos desde el primer día de crianza. A dos grupos se les adicionó los prebióticos determinados al alimento para cada uno: L1 (Fructo...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autores principales: Mazzuca Pizzeti, Analía Josefina, Sánchez Negrette, Olga, Sarmiento, Ricardo Oscar, Ocaña, José Guillermo, Vaira, María Julia, Baís, César Eugenio, Díaz Critelli, María Emilia, Jiménez, Pablo, Pereyra, Rodrigo, San Juan, Valentina, Villazón, Macarena, Vilte Aramburu, María Emilia
Formato: publishedVersion Artículo
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad Católica de Salta. Facultad de Ciencias Agrarias y Veterinarias (Salta) 2014
Materias:
Acceso en línea:https://bibliotecas.ucasal.edu.ar/opac_css/index.php?lvl=cmspage&pageid=24&id_notice=60342
Aporte de:
Descripción
Sumario:Los prebióticos pueden tener efectos positivos sobre las aves, no sólo a nivel intestinal sino también sistémico. Se realizó la cría de 198 aves separándolas en tres grupos desde el primer día de crianza. A dos grupos se les adicionó los prebióticos determinados al alimento para cada uno: L1 (Fructooligosacárido) y L3 (Cynara + Colina). Se realizaron 3 faenas, a los 7, 14 y 45 días. Se pesaron las aves vivas y se recolectaron diferentes muestras. Se pesaron bazo y bolsas de Fabricio. Del plasma obtenido en la última faena, se determinó Proteínas, Albúminas, Transaminasas: ASAT y ALAT. La relación albúmina/globulina fue menor en L3, el cual presentó un perfil electroforético con disminución de pre-albúmina y con aumento de alfa 1 y gammaglobulinas, lo que sumado a los valores de ASAT aumentados indicaría procesos infecciosos y daño hepático. L2 mostró leve aumento de las fracciones alfa 1, beta y un mayor incremento de gammaglobulinas. Éstas se encontraron en menor concentración en L1, lo que mostraría que no estuvo sometido a infecciones ni a daño hepático. Comparando estos indicadores, con los resultados microbiológicos, y los índices zooténicos encontrados, se concluye que el prebiótico L1 (Fructooligosacárido) mejoró el estado sistémico de las aves.