Estado del arte de la evaluación de políticas y programas públicos en México.
México incorpora sistemáticamente los procesos de evaluación al inicio del siglo XXI. En 2006 su organización es asumida por un Consejo Nacional de Evaluación. Dos años después el Gobierno del Distrito Federal (GDF) crea el primer órgano local de evaluación. La profesionalización de la evaluación es...
Guardado en:
| Autor principal: | |
|---|---|
| Formato: | Artículo revista |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
EDUCC - Editorial de la Universidad Católica de Córdoba
2015
|
| Materias: | |
| Acceso en línea: | https://revistas.bibdigital.uccor.edu.ar/index.php/SP/article/view/618 |
| Aporte de: |
| Sumario: | México incorpora sistemáticamente los procesos de evaluación al inicio del siglo XXI. En 2006 su organización es asumida por un Consejo Nacional de Evaluación. Dos años después el Gobierno del Distrito Federal (GDF) crea el primer órgano local de evaluación. La profesionalización de la evaluación es imprescindible para avanzar en este proceso, pero México solo ha contado con algunos cursos y diplomados de formación y la publicación de pocos libros; y no dispone derevistas especializadas en el tema, ni de asociaciones de profesionales que generen espacios de actualización y discusión. El sistema nacional de evaluación ha realizado avances (e.g. evaluar el diseño de programas), ha mantenido algunos problemas (e.g. el pago de las evaluaciones lo hace el mismo programa evaluado), y también ha incrementado otros (e.g. simplificación de los trabajos). Hoy el número de evaluaciones ha crecido aceleradamente, poniendo en entredicho su integralidad, calidad y utilidad, debido a que: a) solo se evalúa parte de la gestión del programa, b) la calidad es afectada, entre otras, por la falta de convocatorias con requisitos específicos para cada caso o de verificaciónen campo de la información institucional, y c) la utilización real de sus resultados alcanza niveles muy bajos.El sistema del GDF, por el contrario, ha realizado un número reducido de evaluaciones tratando de profundizar en la explicación de los problemas y la adopción de recomendaciones de fondo; sin embargo, su trabajo es incipiente y aún vulnerable si no recibe el apoyo necesario para su consolidación y la efectiva utilización de sus recomendaciones. Se concluye que crecer aceleradamente puede ser un riesgo para la calidad del sistema, que este debe supervisarse con metaevaluaciones periódicas y que en el corto plazo la utilización de los buenos resultados debe promoverse, entre otros, mediante la introducción de sistemas de incentivos, económicos y simbólicos, individuales y colectivos. |
|---|