Del símbolo a la práctica de la analogía

Según Paul Ricoeur, no es el pensamiento el que pone al símbolo, sino que éste da y da que pensar al pensamiento, aún más, añadiría yo, le da qué pensar. En este trabajo trataré de mostrar que, en el caso de los símbolos religiosos, éstos dan que pensar y qué pensar no sólo hermenéuticamente, sino t...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Scannone, Juan Carlos
Formato: Artículo revista
Lenguaje:Español
Publicado: Facultad de Teología. Universidad Católica de Córdoba 2019
Acceso en línea:https://revistas.bibdigital.uccor.edu.ar/index.php/STRO/article/view/2020
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Descripción
Sumario:Según Paul Ricoeur, no es el pensamiento el que pone al símbolo, sino que éste da y da que pensar al pensamiento, aún más, añadiría yo, le da qué pensar. En este trabajo trataré de mostrar que, en el caso de los símbolos religiosos, éstos dan que pensar y qué pensar no sólo hermenéuticamente, sino también analógicamente. O mejor, se podría hablar, con Mauricio Beuchot, de una hermenéutica analógica y, por qué no, de una analogía hermenéutica.Ricoeur, parafraseando a Kant, llega a decir que los conceptos (habla explícitamente de los conceptos éticos, pero lo mismo podría decirse de los teológicos), sin su presentación indirecta en símbolos, parábolas y mitos, son vacíos, aunque, a su vez, todos éstos, sin los conceptos que los interpretan, son ciegos. Pues bien, para una tal interpretación, en un nivel filosófico: ¿es válida la analogía?