El discernimiento en la formación en la Compañía de Jesús

Hace unos meses me invitaron y de todo corazón acepté, y comencé un proceso de elaborar estos 33 años, desde que yo llegaba a esta casa. Voy a hacer esta exposición dividiéndola en cuatro partes: la primera, una evocación de aquella llegada, la encrucijada de las encrucijadas, pero tratando de no ha...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Gil, Mons. D.
Formato: Artículo revista
Lenguaje:Español
Publicado: Facultad de Teología. Universidad Católica de Córdoba 2018
Acceso en línea:https://revistas.bibdigital.uccor.edu.ar/index.php/STRO/article/view/1707
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Descripción
Sumario:Hace unos meses me invitaron y de todo corazón acepté, y comencé un proceso de elaborar estos 33 años, desde que yo llegaba a esta casa. Voy a hacer esta exposición dividiéndola en cuatro partes: la primera, una evocación de aquella llegada, la encrucijada de las encrucijadas, pero tratando de no hacerlo anecdótico, sino de desentrañar algunos elementos estructurales de la formación: después, la Compañía que nos forma, tercera el discernimiento como corazón de esa formación, y la cuarta parte, “resumiendo lo dicho con algunos ejemplos”. Voy a ser un poco “triunfalista” de la Compañía, porque al evocar la Compañía y su formación, el corazón rebosa de gratitud y de admiración por lo que es la Compañía. También tengo que decir, que, aunque me refiera al P. Fiorito en particular, no es porque olvide los grandes profesores y formadores que tuve. Suelo decir que tuve un padre y un maestro. Mi padre en la Compañía fue el padre Mullin, mi maestro de novicios; y mi maestro, fue el P. Fiorito; pero sin olvidar otros grandes. No es olvidarlos, sino que, por la situación particular voy a hacer referencia al P. Fiorito.