Sumario: | Sería interesante reflexionar sobre algunas cuestiones relevantes
vinculadas a la actual crisis argentina, determinar
sus orígenes políticos y económicos, establecer sus características
y, eventualmente, formular consideraciones sobre su
potencial resolución. En principio, es conveniente retomar una
notable y premonitoria opinión sobre nuestra (in)capacidad para
organizarnos como nación capitalista: “(los sudamericanos)...
siempre tienen problemas con su moneda. O bien es demasiado
buena para uso interno o, como ocurre frecuentemente, es
muy débil para el cambio extranjero. Generalmente tiene demasiada,
pero la idea de ellos es que nunca tiene suficiente... los
argentinos alteran su moneda casi tan a menudo como cambian
de presidentes... Ningún pueblo del mundo tiene un interés tan
penetrante en los experimentos monetarios, como el argentino.”
1
Lo expuesto muestra que la alta propensión a idear experimentos
monetarios es, evidentemente, histórica. También es
histórico nuestro desprecio por un régimen monetario consistente
y, fundamentalmente, perdurable. Aunque la cuestión no
sorprende a nadie, deberíamos considerar este antecedente como condición subyacente a cada nuevo experimento. Sin olvidar que
cada vez que con gran vocación política y poca racionalidad
económica modificábamos las condiciones del sistema monetario,
inevitablemente afectábamos intereses concretos y también
los patrimonios de los habitantes de la Argentina...
|