Juan Antonio Ennis y Laura Sesnich (eds.), Enriqueta la criolla y La hija de Giacumina: Literatura popular, lenguas mixtas y naturalismo en dos folletos del 80. La Plata-Berlín, FaHCE.UNLP-Ibero Amerikanisches Institut Preußischer Kulturbesitz, 2017, Biblioteca Orbis Tertius, 274 páginas
Un año antes de que se expusiera en París el cuadro Le lever de la bonne (El despertar de la criada, 1887) de Eduardo Sívori, salieron a la luz las dos novelas que presenta esta edición. El cuadro de Sívori y las novelas de Giacumina y Enriqueta apuntan a la representación del cuerpo del delito, a...
Guardado en:
| Autor principal: | |
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| Formato: | Reseña libro |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria
2020
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| Materias: | |
| Acceso en línea: | https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/9921 |
| Aporte de: |
| Sumario: | Un año antes de que se expusiera en París el cuadro Le lever de la bonne (El despertar de la criada, 1887)
de Eduardo Sívori, salieron a la luz las dos novelas que presenta esta edición. El cuadro de Sívori y las
novelas de Giacumina y Enriqueta apuntan a la representación del cuerpo del delito, al decir de Ludmer,
pero en los textos también aparece la lengua del delito; esa lengua de contacto que describe cuerpos de
inmigrantes y criollas desviadas, mujeres que no se querían ver ni asimilar para la Nación.
La bonne está completamente desnuda. No sabemos qué dialecto habla, pero sus piernas gurdas, como las
de Giacumina, sus brazos tostados hasta donde los cubre la ropa ausente revelan una condición social y una
apuesta por la estética de lo imperfecto. El cuadro fue exhibido en Buenos Aires, pocos meses después de
su exposición en el Salón de París, y fue considerado indecente y pornográfico por la crítica porteña. Unos
años antes, el naturalismo como corriente estética había sido objeto de debates teóricos en el espacio de la
prensa. Estas discusiones anticiparon expresiones textuales y pictóricas que sacudieron el mundo cultural de
las élites porteñas, a partir de la publicación de Potpourri (1882) de E. Cambaceres (aunque también habría
que pensar como antecedente la edición de El matadero, por un J. M. Gutiérrez lleno de reparos).Textos
y obras plásticas habían empezado a girar hacia un novedoso registro fotográfico de la realidad y fueron
aceptados progresivamente por la dirigencia liberal a lo largo de la década del '80, en nombre de la anhelada
ciencia... |
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