La única autoridad es la autoridad moral : el “liderazgo por influencia”

Resumen: Dada la escasez de espacio me limitaré a presentar de lo que me parece es el deber ser, es decir, no lo que es actualmente, sino aquella perfección a la que nunca llegaremos, pero que debemos tener como horizonte: la verdadera autoridad, que es de orden natural y, por tanto, necesaria e ine...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Tagliavini, Alejandro A.
Otros Autores: Semana Tomista : potencia y poder en Tomás de Aquino (37ª : 2012 : Buenos Aires)
Formato: Documento de conferencia
Lenguaje:Español
Publicado: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 2019
Materias:
Acceso en línea:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/4045
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Descripción
Sumario:Resumen: Dada la escasez de espacio me limitaré a presentar de lo que me parece es el deber ser, es decir, no lo que es actualmente, sino aquella perfección a la que nunca llegaremos, pero que debemos tener como horizonte: la verdadera autoridad, que es de orden natural y, por tanto, necesaria e inevitable, es la que realmente conduce al hombre al ser, la que tiene el poder de llevarlo a su perfección, la que tiene la potencia natural (metafísica) de hacerlo. Ahora, como la violencia se opone tanto a lo voluntario como a lo natural (según el Aquinate, que lo toma de Aristóteles), la verdadera autoridad no puede estar basada en la coerción o la coacción, sino que la autoridad para ser verdadera debe tener una única fuerza: la de la moral. Para ponerlo en términos modernos, esta autoridad verdadera es lo que podríamos llamar el “liderazgo por influencia”.