Fixing broken windows. Restoring order and reducing crime in our communities, de George L. Kelling y Catherine M. Coles. Ed. TouchstoneSimon 8: Schuster, 1997, Nueva York, 319 págs.

Resumen: Fixing broken windows (algo asi como "reparando las ventanas rotas"), el título del libro que comentamos y la etiquetJ con que se divulgó la idea central del artículo que le dio nacimiento, es el producto de varios años de investigaciones, estudios y prácticas en el ámbito de...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Gariboldi, Ignacio T.
Formato: Reseña libro
Lenguaje:Español
Publicado: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Ciencias Sociales. Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales 2020
Materias:
Acceso en línea:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/10138
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Descripción
Sumario:Resumen: Fixing broken windows (algo asi como "reparando las ventanas rotas"), el título del libro que comentamos y la etiquetJ con que se divulgó la idea central del artículo que le dio nacimiento, es el producto de varios años de investigaciones, estudios y prácticas en el ámbito de lci segurid<ld ciud<Jdélnél. Escrito siguiendo los cánones académicos estadounidenses, está plagado de ejemplos concretos y teoría contrapuesta a hechos. y gira en torno a una idea: seguridad ciudadana no es f'íJllivalente a acción policial, lo mismo que acción policial no es igual a supresión del delito. Dicho en otros términos, no toda la actividad que tiende a la supresión del delito es policial, ni toda la actividad policial tiende a la supresión del delito, aunque es la policía la que más eficientemente influye sobre los niveles de actividad criminal en nuestra sociedad. Durante los años que corren entre las décadas del 'JO y del '80 se gestó y solidificó la equivalencia conceptual entre seguridad ciudadana y acción policial, producto del modelo policial cientificista. según el cual la institución policial es la única responsable por controlar la delincuencia. Cualquier otra institución, gubernamental o no, puede influir sobre la actividad criminal sólo desde un punto de vista marginal, en el mejor de los casos.