Sumario: | En el mundo actual, donde las organizaciones
ejercen una influencia considerable sobre la
vida de las personas y el entorno social y
económico, la ética y el compliance no deben
ser vistos simplemente como conceptos
abstractos o cumplimientos formales, ya que
limitarían su alcance y efectividad (Gonzalo
et al., 2017). Las empresas enfrentan desafíos
complejos, en los cuales el comportamiento
ético no siempre se alinea con los intereses
económicos o la presión por obtener
resultados. Surge, entonces, una pregunta
inevitable: ¿cómo es posible que grandes
corporaciones, con recursos significativos
y estructuras sólidas, fallen en prevenir
conductas poco éticas, incluso cuando
cuentan con normas estrictas y sistemas de
control?
Aquí surge una cuestión esencial:
¿es suficiente con imponer normas y
sanciones para garantizar una conducta ética
dentro de las organizaciones, o existe un
nivel más profundo en el que la ética debe
integrarse en la cultura organizacional y en la
psicología de los empleados? Precisamente,
esta es la pregunta que Darío Páez, Luis
Suarez, Silvia da Costa y Francisco Camino
intentan responder en su obra Conducta
ética y procesos psicológicos: herramientas
para asegurar el compliance...
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