Las relaciones fronterizas en manos de un funcionario obstinado y violento: el capitán José Linares en la frontera del Salto de los Arrecifes (1766-1770)
En el espacio fronterizo que en el siglo XVIII buscaba proteger a la ciudad de Buenos Aires de los grupos indígenas soberanos de la pampa, los funcionarios de la corona española comandaron precarios fuertes defensivos y desplegaron con esos grupos una política enfocada principalmente en intercambiar...
Guardado en:
| Autor principal: | |
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| Formato: | Artículo revista |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
Sección Etnohistoria, Instituto de Ciencias Antropológicas. FFyL, UBA
2015
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| Materias: | |
| Acceso en línea: | http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/MA/article/view/11791 |
| Aporte de: |
| Sumario: | En el espacio fronterizo que en el siglo XVIII buscaba proteger a la ciudad de Buenos Aires de los grupos indígenas soberanos de la pampa, los funcionarios de la corona española comandaron precarios fuertes defensivos y desplegaron con esos grupos una política enfocada principalmente en intercambiar bienes, informaciones y cautivos de dos maneras alternativas: los acuerdos de paz y las expediciones punitivas.Los comandantes de esos fuertes, resguardados por la amplia tolerancia de la política borbónica y una cierta delegación de autoridad en los asuntos de las fronteras, tuvieron personalidades diversas y concepciones particulares sobre el trato cotidiano hacia “el enemigo infiel” y sobre esas dos formas de disciplinamiento y control. El caso del comandante de Salto, José Linares, ilustra cómo estas cuestiones se resolvían cotidianamente y sobre los conflictos que protagonizó con los indígenas, los vecinos, con sus tropas y sus superiores, a la vez que acumulaba poder económico y buscaba el prestigio social. |
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