Reseña de Beatriz Bragoni, José Miguel Carrera, un revolucionario chileno en el Río de la Plata, Buenos Aires, Edhasa, 2012. 331 páginas

La vida de José Miguel Carrera suele ser relatada por los historiadores desde dos vertientes opuestas: ya sea desde la apología interesada y acrítica o desde el ataque a su comportamiento supuestamente personalista y anarquista. En los colegios y textos escolares se estudia a Carrera como un ejecuto...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: OSSA SANTA CRUZ, JUAN LUIS
Formato: Artículo revista
Lenguaje:Español
Publicado: Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires 2014
Acceso en línea:http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/boletin/article/view/6781
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Descripción
Sumario:La vida de José Miguel Carrera suele ser relatada por los historiadores desde dos vertientes opuestas: ya sea desde la apología interesada y acrítica o desde el ataque a su comportamiento supuestamente personalista y anarquista. En los colegios y textos escolares se estudia a Carrera como un ejecutor de una innumerable lista de logros “patrióticos”, comenzando por la conformación de la primera bandera chilena, siguiendo con la creación de la Biblioteca Nacional en Santiago y culminando con su esfuerzo por organizar la primera escuadra nacional con barcos norteamericanos.  Sin embargo, también se ha enfatizado que su figura nos recuerda todo aquello que nos divide y disocia a nosotros los chilenos, en especial cuando se le compara con su Némesis, Bernardo O’Higgins, quien es tradicionalmente visto como el único y gran Padre de la Patria. Quizás Carrera haya sido más petulante, menos amigo del orden conservador y del centralismo administrativo que O’Higgins. Quizás el proyecto político de Carrera fue concebido siempre desde y para él. Quizás O’Higgins fue un militar más audaz y arrojado que Carrera. Cabe preguntarse, no obstante, si hoy, doscientos años después del comienzo de la guerra civil que azotó al continente americano en general y a Chile en particular, las divisiones maniqueas entre o’higginistas y carrerinos son realmente útiles. ¿No será ya tiempo de considerar las propuestas historiográficas de las últimas décadas y extrapolarlas a los casos particulares de nuestros biografiados?