Buenos Aires: la ciudad desde la campaña a comienzos de siglo

Acostumbrados a afirmar que la clase obrera argentina era, a comienzos de siglo, urbana y litoral", perdemos de vista el que los obreros rurales existían, producían y luchaban. Ahora bien, parte de este olvido tiene que ver con la curiosa situación en la que se halla el proletariado rural pampe...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Sartelli, Eduardo
Formato: info:eu-repo/semantics/conferenceobject Documento de conferencia acceptedVersion
Lenguaje:Español
Español
Publicado: X Jornadas de Historia de la Ciudad de Buenos Aires, Instituto Histórico de Bs As 2018
Materias:
Acceso en línea:http://repositorio.filo.uba.ar/handle/filodigital/4460
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Descripción
Sumario:Acostumbrados a afirmar que la clase obrera argentina era, a comienzos de siglo, urbana y litoral", perdemos de vista el que los obreros rurales existían, producían y luchaban. Ahora bien, parte de este olvido tiene que ver con la curiosa situación en la que se halla el proletariado rural pampeano. En efecto, los obreros rurales no viven en el campo sino que constituyen una porción muy especial de la clase obrera argentina. Por debajo de la capa de obreros estables, de oficios calificados, se extiende aquello que Marx denomina "infantería ligera del capital". Son los encargados de realizar tareas temporarias como fabricar tejas, quemar cal, construir ferrocarriles, etc. Se trata de una población flotante, que se desplaza de una ocupación a otra, generalmente las peor pagadas. En nuestro caso, a comienzos de siglo, abundan las posibles ocupaciones en este tipo de tareas, lo que determina el hiperdesarrollo de la "infantería ligera" del capital. Recién con el fin de las grandes construcciones de infraestructura su dimensión se verá reducida a tamaño compatible con otra estructura productiva. No hay, entonces, estrictamente hablando, una clase obrera rural, aunque sí obreros rurales. Esta afirmación tiene su base en el anterior concepto de infantería ligera. Los obreros rurales no viven en el campo sino en las ciudades, y no se dedican con exclusividad a esta tarea.