Sexo virtual

Hace unas semanas, en medio de la cuarentena, el Ministerio de Salud recomendó practicar sexo virtual. Nadie explicó a qué se refería tal concepto, como si todo el mundo ya lo supiera. La respuesta social fue de sarcasmo o rechazo. Esto ocurrió por varios motivos. En principio, puede deberse a cier...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Daniel Mundo
Formato: Artículo
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales. Carrera de Ciencias de la Comunicación 2020
Materias:
Acceso en línea:https://revistazigurat.com.ar/sexo-virtual/
https://repositoriouba.sisbi.uba.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=zigurat&d=93_html
Aporte de:
Descripción
Sumario:Hace unas semanas, en medio de la cuarentena, el Ministerio de Salud recomendó practicar sexo virtual. Nadie explicó a qué se refería tal concepto, como si todo el mundo ya lo supiera. La respuesta social fue de sarcasmo o rechazo. Esto ocurrió por varios motivos. En principio, puede deberse a cierto aire de libertad que la sociedad necesita respirar en pleno proceso de obediencia civil masiva. Nos resistimos a que el Estado regule hasta ese nivel capilar nuestra intimidad. Pero esta “desobediencia” es más bien ficticia. Si fuera cierta, saldríamos a recuperar nuestro sexo “normal”, aunque sea cuidándonos. Pero no es el caso. Según una encuesta que circuló durante las últimas semanas, la práctica de sexo disminuyó en estos días de cuarentena, incluso entre personas que comparten el espacio habitacional. El sexo virtual acarrea y devela otras cuestiones.