Bajo un amplio tendal de ropa húmeda: un paro
El escenario en el que este artículo recala ubica a la figura de la mujer como un articulador disruptivo que nos permite comprender las prácticas y rutinas del habitar en los conventillos de la ciudad de Buenos Aires en la primera década del siglo XX. En un contexto de oleadas migratorias y déficit...
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| Autor principal: | |
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| Formato: | Artículo publishedVersion Artículo evaluado por pares |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe
2023
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| Materias: | |
| Acceso en línea: | https://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/elatina/article/view/9044 https://repositoriouba.sisbi.uba.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=elatina&d=9044_oai |
| Aporte de: |
| Sumario: | El escenario en el que este artículo recala ubica a la figura de la mujer como un articulador disruptivo que nos permite comprender las prácticas y rutinas del habitar en los conventillos de la ciudad de Buenos Aires en la primera década del siglo XX. En un contexto de oleadas migratorias y déficit habitacional, esta tipología edilicia resultó el alojamiento colectivo más identificable del centro porteño. Ante las condiciones de hacinamiento y altos alquileres, con las mujeres al mando de la organización, comienzan los reclamos de mejoras habitacionales y reducción de los alquileres. La marcha de las escobas inicia en el sur de la Ciudad de Buenos y le da cuerpo a una huelga que se expande a los principales centros urbanos del país durante más de tres meses. Desde los patios de los conventillos, ahora espacios de asamblea, las voces de Juana Rouco Buela y Virginia Bolten, ambas anarquistas, resonaban entre lo segregativo e informal de esta convivencia. La huelga, habilitó aquí un nuevo espacio para los cuerpos femeninos que emergieron en el espacio público reclamando el derecho a la ciudad y un habitar digno. |
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