La iconografía amarniana: el poder representado en los cuerpos de la familia real

La llamada reforma amarniana, ocurrida en Egipto durante el Reino Nuevo, consistió en un cambio religioso  y  político  en  ciertos comportamientos  de  la  realeza.  Fue  un cambio  religioso  porque suplantó al dios estatal Amón por Atón, dios que evocaba al disco solar, y fue político ya que aque...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: María Laura Iamarino; .
Formato: Trabajo revisado (Peer-reviewed)
Lenguaje:Español
Publicado: Artes en cruce 2018
Materias:
Acceso en línea:http://eventosacademicos.filo.uba.ar/index.php/artesencruce/AEIV2016/paper/view/3365
https://repositoriouba.sisbi.uba.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=artecruce&d=3365_oai
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Descripción
Sumario:La llamada reforma amarniana, ocurrida en Egipto durante el Reino Nuevo, consistió en un cambio religioso  y  político  en  ciertos comportamientos  de  la  realeza.  Fue  un cambio  religioso  porque suplantó al dios estatal Amón por Atón, dios que evocaba al disco solar, y fue político ya que aquel reemplazo restaba poder a la elite tebana seguidora del culto a Amón, buscando así recentralizar poder en manos del estado, encarnado en el faraón Amenofis IV (o Akhenatón). Los cambios incluyeron  templos  al  nuevo  dios  en  Tebas,  un  estilo  de  representación  novedoso  y  una arquitectura diferente, y tuvieron su corolario con el traslado de la residencia real de Tebas a una nueva ciudad llamada “Horizonte de Atón” (Akhetatón). Las representaciones de Akhenatón y la familia real encontradas tanto en Tebas como en la ciudad de Akhetatón suscitaron grandes debates entre los especialistas del período.  Así, con el fin de explicar este peculiar estilo se dieron argumentos múltiples como por ejemplo que el faraón era una mujer; que fue un eunuco; un transexual; un homosexual; un epiléptico; un deforme; que padecía una endocrinopatía o trastornos genéticos, entre otros tantos. Para poner en discusión estas explicaciones proponemos llevar a cabo un análisis del tipo de representación amarniana poniéndola en contexto con los procesos políticos y religiosos que se desarrollaron en el período. Así, la apariencia feminizada o la androginia que a veces se  atribuyó a Akhenatón pueden ser explicados a partir de la idea central de su dogma religioso creador y la apariencia extraña del faraón y su familia, a veces asociada con alguna enfermedad, tendrían un sentido simbólico.