La errancia fuera de la institución matrimonial en "Sin rumbo" de Eugenio Cambaceres

En el Buenos Aires del fin-de-siglo, un miembro de la elite criolla anda errante entre el campo y la ciudad. Al filo de una vida urbana que ofrece lujuria y placer, y otra rural que está siendo invadida por el “elemento civilizador”, al personaje de Cambaceres no le interesa fijar posiciones y se en...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Laura Posternak
Formato: Trabajo revisado (Peer-reviewed)
Lenguaje:Español
Publicado: Congreso Internacional de Letras 2018
Acceso en línea:http://eventosacademicos.filo.uba.ar/index.php/CIL/V-2012/paper/view/2547
https://repositoriouba.sisbi.uba.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=cil&d=2547_oai
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Descripción
Sumario:En el Buenos Aires del fin-de-siglo, un miembro de la elite criolla anda errante entre el campo y la ciudad. Al filo de una vida urbana que ofrece lujuria y placer, y otra rural que está siendo invadida por el “elemento civilizador”, al personaje de Cambaceres no le interesa fijar posiciones y se encamina hacia la “degeneración” sin cura. Sus movimientos desenfrenados a contramarcha del “progreso” y sus roces con otros cuerpos lo colocan al otro extremo del virtuosismo. En las antípodas del matrimonio, el dandy-estanciero atraviesa espacios representativos de la Nación liberal rehuyendo de la posibilidad de formar una familia, célula base del orden social: en el campo entabla relaciones con una china y en la ciudad con una cantante italiana de paso por el Colón. Sin rumbo puede leerse como el reverso de la ley de registro civil que se discute dos años antes de la publicación de la novela. La voz narradora y el protagonista comparten de algún modo cierta cualidad de anfibios. Andrés pertenece y no pertenece a su círculo, se sale de la “norma” y trasgrede con sus prácticas los valores y discursos dominantes, y anda errante entre espacios diversos. La tercera persona que narra se coloca en el límite del discurso médico, describe –haciendo uso del naturalismo– las señales que revelan la enfermedad, pero la causa –que emerge del propio círculo– y la sanación permanecen ocultas. En el marco de la consolidación del Estado, Sin rumbo permanece en sus bordes, devela sus reversos y corroe los principios de cohesión nacional revelando sus fisuras.