El autocuidado de las personas mayores en los consultorios externos de un hospital geriátrico.
En el siglo XXI, el envejecimiento poblacional es una problemática social y sanitaria emergente que debe ser afrontada. Argentina se encuentra en etapa del proceso de envejecimiento poblacional, junto a Chile y Trinidad y Tobago, proyectándose en el próximo quinquenio (Huenchuan, 2018). Según el Ins...
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| Autor principal: | |
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| Formato: | Artículo revista |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
Ediciones UNL
2025
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| Materias: | |
| Acceso en línea: | https://bibliotecavirtual.unl.edu.ar/publicaciones/index.php/index/article/view/15024 |
| Aporte de: |
| Sumario: | En el siglo XXI, el envejecimiento poblacional es una problemática social y sanitaria emergente que debe ser afrontada. Argentina se encuentra en etapa del proceso de envejecimiento poblacional, junto a Chile y Trinidad y Tobago, proyectándose en el próximo quinquenio (Huenchuan, 2018).
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos [INDEC] (2022), en los últimos 50 años Argentina registra un pronunciado descenso de natalidad y mortalidad, con una mayor sobrevida femenina, marcando el máximo aumento en la última década (INDEC, 2022, p. 18).
Este cambio demográfico constituye una oportunidad para pensar y diseñar nuevos modos de trabajo con personas mayores que potencien y posicionen un envejecimiento activo y saludable de este colectivo. Por otro lado, permite reflexionar acerca de qué sistema de salud se espera, enfocando más en el futuro de las personas y en el desarrollo de estilos de vida saludables, como uno de los ejes de la promoción de la salud para el bienestar de las personas y las comunidades, en la búsqueda de la equidad en salud.
Para abordar esta temática desde el sistema de salud, se diseña un proyecto de intervención a desarrollarse en los consultorios externos de un hospital geriátrico. Se procura capacitar y motivar a las personas mayores en su autocuidado, adoptando hábitos de vida saludable, favoreciendo la autonomía y el empoderamiento necesarios para tomar decisiones y utilizar los recursos que mejoren su calidad de vida y bienestar.
Según la Organización Mundial de la Salud [OMS] (2022), el autocuidado se vincula con la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades y afrontar discapacidades con o sin apoyo profesional. Como complemento del sistema de salud, el autocuidado permite avanzar en el derecho a la salud y en la reducción de desigualdades.
En definitiva, es un recurso sanitario fundamental del sistema de atención, que requiere conductas conscientes e intencionadas por parte del individuo, y está íntimamente vinculado al conocimiento respecto al cuidado y la salud. Esto posiciona a la educación para la salud como la principal herramienta de trabajo (Sanhueza et al., 2012). En esta línea, las actividades de promoción contribuyen a prevenir riesgos, retrasan la dependencia, disminuyen hospitalizaciones y mantienen a las personas mayores activas dentro de su núcleo vincular.
Como estrategia, se propone la alfabetización en salud, definida como la “capacidad del paciente para obtener, procesar y comprender información y servicios de salud básicos necesarios para tomar decisiones de salud apropiadas” (Málaga et al., 2019, p. 373). En este sentido, la alfabetización en salud permite que el paciente logre el empoderamiento necesario para su autocuidado. De allí la importancia de las acciones a implementar, tales como: charlas informativas, consultorías, carteleras informativas en salas de espera y talleres (“Cocina rico y aliméntate saludablemente”, “Cuerpo en movimiento”, “Activamente y uso de la tecnología en la vida cotidiana”, “Comunicando nuestras emociones”), además de propuestas de actividades interinstitucionales e intergeneracionales. |
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