Literal y el frasquito: las contradicciones de la vanguardia

Comienzos de 1973, poco antes de la aparición del No 1 de Literal y bajo el mismo sello en el que fueron editados sus dos primeros volúmenes (Ediciones Noé)., Luis Gusmán publicó su primer libro, El Frasquito, que alcanzó de inmediato una repercución notable de críticas a la par que se convertía en...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Giordano, Alberto
Formato: Artículo revista
Lenguaje:Español
Publicado: Departamento de Letras - Facultad de Humanidade 2016
Materias:
Acceso en línea:http://revele.uncoma.edu.ar/index.php/letras/article/view/1212
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Descripción
Sumario:Comienzos de 1973, poco antes de la aparición del No 1 de Literal y bajo el mismo sello en el que fueron editados sus dos primeros volúmenes (Ediciones Noé)., Luis Gusmán publicó su primer libro, El Frasquito, que alcanzó de inmediato una repercución notable de críticas a la par que se convertía en un ''Suceso"en cuanto a ventas (tres ediciones en el mismo año). De acuerdo a la intención transgresiva que lo sitúa como texto de vanguardia, El Frasquito es una narración fragmentaria, discontinua, que nada comunica ni informa, en la que no se puede reconocer ningún mensaje, ningún compromiso con la "realidad': Un texto que se quiere extraño, ilegible según los códigos dominantes, excéntrico en relación a los lugares admitidos por la institución Literatura. El Frasquito es una narración 'buena para sorprenderse, buena para no entender escribe Osear Steimberg por entonces colaborador de Literal- en una reseña destinada a subrayar y festejar el efecto de desconcierto al que apuesta el libro de Gusmán.