La dimensión ética de los derechos humanos como dialectización de las posiciones universalistas y particularistas

Las actuales teorías acerca de los derechos humanos pueden ser interpretadas como reflejo de determinadas posiciones éticas. Prestar atención a esa dimensión ética, permite pensar a los derechos humanos como desencadenantes de procesos dialécticos entre las posiciones universalistas y particulari...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Erazun, Fabiana
Otros Autores: Naishtat, Francisco S.
Formato: tesis doctoral
Lenguaje:Español
Publicado: 2014
Materias:
Acceso en línea:http://repositoriodigital.uns.edu.ar/handle/123456789/3718
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Descripción
Sumario:Las actuales teorías acerca de los derechos humanos pueden ser interpretadas como reflejo de determinadas posiciones éticas. Prestar atención a esa dimensión ética, permite pensar a los derechos humanos como desencadenantes de procesos dialécticos entre las posiciones universalistas y particularistas. Con el uso del término dialéctica hago referencia al procedimiento argumentativo que enfrenta posiciones teóricas con la intención de que, a partir de tal confrontación, puedan emerger verdades. Tal confrontación de argumentos es permanente, por lo que el proceso tiene un carácter inconcluso. La dimensión ética de los derechos humanos sirve, según espero poder mostrar, como motivo del ejercicio dialéctico permanente que renueva, tanto el debate ético contemporáneo como también el debate en torno de los derechos humanos establecidos. Si bien los derechos humanos vistos como jurídicos, políticos y éticos suponen adoptar, en principio, una mirada universalista, dependiendo del modo en que se los conciba, podrían, mediar en algunos de los conflictos aparentemente irresolubles entre el universalismo y el particularismo éticos. Para dar cuenta de esta posibilidad, será necesario presentar las principales tesis del universalismo y del particularismo actual, y las diferencias que estas posiciones tienen entre sí. Las consecuencias más inmediatas de estas discrepancias no se reducen a problemas teóricos sino que se plasman, además, en el plano político, jurídico (nacional e internacional) y en los modos de relacionarnos con otras culturas, problemas más que urgentes en el contexto de la globalización y de la generalización de las sociedades multiculturales. En relación con las concepciones filosóficas desde las que se definen los derechos humanos, se parte del liberalismo y de sus análisis de los rasgos formales que se les atribuyen a los derechos humanos. En esta línea de trabajo emerge inmediatamente el problema acerca de si los derechos humanos son exclusivamente derechos individuales o también pueden existir derechos colectivos contemplados entre los mismos. Con la intención de llevar la polémica más allá de las fronteras del liberalismo, se presentan distintas posiciones sobre los valores universales, los valores transculturales, las diferencias culturales y las diferencias acerca del modo de entender a los derechos humanos. Tales debates conducen a la necesidad de volver a pensar la universalidad de los derechos humanos a partir de observar la exclusión de gran parte de los seres humanos de las condiciones básicas para su ejercicio. La problemática de la universalidad se presenta desde la reiteración de la proposición universal “igualibertad”. En las consideraciones finales se ensaya una articulación de los distintos aspectos trabajados para mostrar cómo los derechos humanos pueden operar como moduladores de las posiciones teóricas y de las prácticas ético-políticas, en la medida en que no se los congele en su evolución, sino que, por el contrario, se los conciba como una eterna demanda que permite proyectar ordenamientos globales más justos, aunque su realización será siempre parcial.