San Agustín

El veintiocho de agosto del año 430, moría en su sede, el obispo de Hipona, Aurelio Augustino. Mil quinientos años han transcurrido. Por sobre su tumba pasó la borrasca de los vándalos, la reconquista bizantina, la invasión de los sarracenos, el avance de los franceses, todo el flujo y reflujo de la...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Korn, Alejandro
Formato: Artículo publishedVersion
Lenguaje:Español
Publicado: 1930
Materias:
Acceso en línea:https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.2199/pr.2199.pdf
Aporte de:
Descripción
Sumario:El veintiocho de agosto del año 430, moría en su sede, el obispo de Hipona, Aurelio Augustino. Mil quinientos años han transcurrido. Por sobre su tumba pasó la borrasca de los vándalos, la reconquista bizantina, la invasión de los sarracenos, el avance de los franceses, todo el flujo y reflujo de las contiendas históricas. El olvido no pasó. Su genio sigue presente hasta nuestros días. Aun en los tiempos de mayor penuria, de generación en generación, se trasmiten casi íntegros los documentos de su obra espiritual. Y no como peso inerte de la erudición sino como acción e impulso constatemente renovado. En estos quince siglos no hubo un instante en que su nombre no se pronunciara en un púlpito o una cátedra, en que un alma acongojada no le haya pedido consuelo o requiriera su enseñanza.