Para que Dios more y habite en el monasterio : reforma de la vida regular entre las dominicas de Córdoba en el siglo XVIII

A lo largo del siglo XVIII obispos y gobernadores episcopales, en su calidad de superiores ordinarios, efectuaron periódicas visitas canónicas al aristocrático convento de Santa Catalina de Sena. A través de ese instrumento se afanaron por promover una mayor observancia de la vida regular, según las...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Gonzalez Fasani, Ana Mónica, Nieva Ocampo, Guillermo
Formato: Documento de conferencia publishedVersion
Lenguaje:Español
Publicado: Centro de Estudios Históricos Carlos S. A. Segreti; Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Edcación. Centro de Estudios de Historia Americana Colonial 2007
Materias:
Acceso en línea:https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.9614/ev.9614.pdf
Aporte de:
Descripción
Sumario:A lo largo del siglo XVIII obispos y gobernadores episcopales, en su calidad de superiores ordinarios, efectuaron periódicas visitas canónicas al aristocrático convento de Santa Catalina de Sena. A través de ese instrumento se afanaron por promover una mayor observancia de la vida regular, según las normas constitucionales que esas religiosas habían jurado observar. Las insistentes amonestaciones de los prelados tendieron sobre todo a reforzar la clausura monástica, a inducir la práctica de la vida comunitaria y, sobre todo, a formalizar y jerarquizar las relaciones entre las mujeres (monjas, novicias, educandas y sirvientas) que vivían en el interior del convento. La aplicación de esas medidas, sobre todo a partir de 1770, dio como resultado la aparición de un tipo de religiosa más apegada a la vida monástico-penitencial: la monja reformada. Manifestación de un fenómeno disciplinar que excedía los muros del convento cordobés