Cancionero y romancero de ausencias, de Miguel Hernández : la voz y el lector
En su Cancionero y romancero de ausencias (1958), Hernández erige un perfil que se separa de la grandilocuencia retórica de sus poemarios anteriores y propone un diálogo en voz baja con su lector. Cautivo, Hernández modula una voz que construye en el discurso un espacio de supervivencia frente a las...
Guardado en:
| Autor principal: | |
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| Formato: | Documento de conferencia publishedVersion |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
2015
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| Materias: | |
| Acceso en línea: | https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.8660/ev.8660.pdf |
| Aporte de: |
| Sumario: | En su Cancionero y romancero de ausencias (1958), Hernández erige un perfil que se separa de la grandilocuencia retórica de sus poemarios anteriores y propone un diálogo en voz baja con su lector. Cautivo, Hernández modula una voz que construye en el discurso un espacio de supervivencia frente a las prácticas deshumanizadoras del sistema carcelario. En este repliegue, configura un diálogo con un lector identificado con su discurso: articulado con la experiencia vital del autor, el Cancionero parece ingresar en las literaturas del yo, merced a operatorias de escritura próximas al diario íntimo o a las memorias de la privacidad |
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