Pulsión de dominio : reflexiones sobre las condiciones necesarias para el trabajo psíquico de apoderamiento

En los primeros momentos de la vida en que el cuerpo biológico comienza su existencia autónoma se dan también las primeras inscripciones que originan la vida psíquica. El soporte y punto de partida de estas inscripciones es el cuerpo, su sensorialidad y sus funciones. Acordamos en que los estímulos...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Vera, Ramona, Ceretta, Angela
Formato: Documento de conferencia publishedVersion
Lenguaje:Español
Publicado: 2017
Materias:
Acceso en línea:https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.12478/ev.12478.pdf
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Descripción
Sumario:En los primeros momentos de la vida en que el cuerpo biológico comienza su existencia autónoma se dan también las primeras inscripciones que originan la vida psíquica. El soporte y punto de partida de estas inscripciones es el cuerpo, su sensorialidad y sus funciones. Acordamos en que los estímulos recibidos del mundo externo tanto como los recibidos del propio cuerpo, son igual de extraños para la vida psíquica que se inicia. Así, la sensorialidad informa de la exterioridad cuyas experiencias de placer permiten que el cuerpo se vaya erogeneizando. El investimiento de los objetos y las vivencias placenteras inscriben huellas. Se va formando así la trama representacional que es el capital con el que cuenta el psiquismo (Aulagnier, 1973); a la vez que se constituyen vías de derivación de la energía pulsional. Partiendo de esta consideración psicoanalítica general, nuestro pensamiento teóricoclínico pretende dar cuenta de cómo la actividad de apoderamiento, como pulsión de dominio está presente desde esos primeros momentos. Pero para que ello ocurra es fundamental la necesidad de determinadas condiciones. El infans, por medio de su actividad corporal, se apropia del objeto excitante y exterior al espacio psíquico. Las observaciones clínicas corroboran que en patologías graves esta capacidad se desarrolla en forma insuficiente o no se desarrolla. La pulsión de domino, es expresada mediante la actividad corporal. Por eso consideramos importante señalar que, ante la extrañeza del soma, se tiene que dar un trabajo de metabolización psíquica para constituir el cuerpo erógeno. El investimiento de la función motriz permite acceder al objeto que provee la satisfacción, que, a su vez, da cuenta del origen de la vida pulsional y su tendencia a dominar el objeto fuente de placer.