Planificación estratégica en tiempos de crisis: la necesidad de la permanente readecuación metodológica

En este todavía reciente Siglo XXI, la historia se expresa, se escribe y se vive con la vorágine que le imprime un poder global sin sujeto que pugna por alcanzar horizontes en permanente transformación. Esto delega en la escala de lo humanamente cotidiano nuevos y recurrentes desafíos: la vuelta a l...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Tauber, Fernando, Delucchi, Diego, Longo, Jorge, Pintos, Patricia Andrea, Martino, Horacio
Formato: Objeto de conferencia
Lenguaje:Español
Publicado: 2002
Materias:
Acceso en línea:http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/82107
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Descripción
Sumario:En este todavía reciente Siglo XXI, la historia se expresa, se escribe y se vive con la vorágine que le imprime un poder global sin sujeto que pugna por alcanzar horizontes en permanente transformación. Esto delega en la escala de lo humanamente cotidiano nuevos y recurrentes desafíos: la vuelta a lo local, la valorización de lo propio, del saber hacer, de las tradiciones; para constituirse en el lugar donde resurgen temas persistentes y esenciales a las identidades de las sociedades locales de todo tiempo. Sin embargo los contextos y escenarios en que se reavivan estas fuerzas, son permanentemente diferentes por lo que las simetrías o linealidades en materia de construcción y desarrollo son casi impensables a modo de análisis. En el marco de un contexto democrático, escenarios de gran incertidumbre, necesidades humanas muy insatisfechas y un “mercado” feroz; las estrategias locales de desarrollo económico y social resultan sugerentes como herramientas de cambio y transformación del devenir poco feliz de los últimos tiempos. Cuando nos referimos a Planificación Estratégica Participativa pensamos en un proceso dialéctico, multifacético y plural que implica momentos que no necesariamente tienen una lógica cronológica, que refieren a la toma de decisiones públicas o colectivizadas (en términos de Sartori), y suponen un escenario continuo de decisiones. Este proceso complejo abarca la generación o disponibilidad de información, tecnologías de gestión, metodologías participativas de definición de la agenda pública (corto plazo), lineamientos estratégicos de desarrollo (corto, mediano y largo plazo), y redefiniciones en la gestión-administración municipal. El proceso de Planificación Participativa se ve transversalizado por la participación como condición sine qua non, y por otro lado, se debe integrar y atravesar la estructura político-administrativa de la gestión municipal a fin de hacer correr estos dos subprocesos de manera paralela, casi a ritmo armónico y estrechamente articulados, transformándose hacia una nueva fórmula cogestionaria entre público-privado y sociedad civil. Lo anterior se desprende de la tan estudiada relación entre el sistema democrático (en el que ocurren estas cosas) y la efectividad-legitimidad-aprobación de las decisiones estatales respecto de las demandas sociales. En un momento en que las representaciones se dudan, caducan, se compran, y se venden, la legitimidad de la democracia entra en duda dadas estas condiciones de funcionamiento del sistema político argentino y los indicadores de necesidades sociales, nos resulta imperioso repensar las modalidades de trabajo con metodologías participativas en función de que los límites aceptables desde la necesidad o el imperativo ético se hacen cada día más estrechos. Esto se acompaña por el desmembramiento simbólico y real del estado como ejecutor, planificador, e institución que ordena a la sociedad como tal. En este sentido el Estado y la sociedad deben reentenderse y reencontrarse en la búsqueda de un camino equitativo y en igualdad de condiciones, a partir de metodologías participativas que dan pie al empoderamiento de actores sociales ausentes históricamente o en desventaja en términos de mercado. La metodología participativa llevada adelante desde la Dirección de Asuntos Municipales reconoce a actores a partir de sus intensidades de preferencias desiguales en relación a intereses que los mueven a participar, comprometerse y vincularse con un proyecto colectivo. Se reconoce que existe un affetio societatis como presupuesto subyacente, que se explicita en un consenso “mudo” y aparentemente imperceptible, en una sociedad local. El objeto de este trabajo es invitar a la reflexión a quienes de algún modo participan en procesos de planificación, acerca de la coherencia entre metodologías participativas y crisis en la argentina de hoy, a modo de encontrar caminos valederos y legítimos hacia los escenarios deseables que vislumbramos de modo tenue y sobre los que es preciso trabajar concertadamente en la construcción de la historia común, rescatando las cuestiones identitarias que definen lo local.