Arte abstracto y psicología de la Gestalt en la Argentina : Una historia de la psicologización del estudio de la forma y el color (1944-1953)

Esta tesis indaga cómo se llevó a cabo la psicologización del estudio de la forma y el color a partir de los experimentos ópticos y la formulación de leyes de la percepción por parte de la teoría de la Gestalt en las artes visuales argentinas en el período que comprende los años 1944-1953. S...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Grassi, Maria Cecilia
Otros Autores: Talak, Ana María
Formato: Tesis Tesis de doctorado
Lenguaje:Español
Publicado: 2018
Materias:
Acceso en línea:http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/77425
https://doi.org/10.35537/10915/77425
Aporte de:
Descripción
Sumario:Esta tesis indaga cómo se llevó a cabo la psicologización del estudio de la forma y el color a partir de los experimentos ópticos y la formulación de leyes de la percepción por parte de la teoría de la Gestalt en las artes visuales argentinas en el período que comprende los años 1944-1953. Se entiende como psicologización al complejo proceso en el que saberes psicológicos, implantados en un campo ajeno, aportan nuevas maneras, en este caso, de experimentar, de fundamentar conceptualmente, de crear y de interpretar la experiencia en términos psicológicos en el arte abstracto argentino a comienzos del siglo XX. Puede decirse que a nivel mundial, las relaciones entre la psicología y el arte han sido un tema indagado en reiteradas ocasiones desde diversos enfoques, y dentro de ellas el vínculo particular entre la Gestalt y el arte. Sin embargo no ha ocurrido lo mismo en la Argentina, en donde específicamente en el campo de la historia de la psicología, el vínculo Gestalt-arte no ha sido tematizado aún. Cuando hablamos de arte abstracto argentino en la década de 1940, nos referimos específicamente a lo que se denominó arte concreto y que nucleaba por ejemplo a movimientos como la Asociación Arte Concreto Invención (AACI en adelante), Madí y Perceptismo. En términos generales, el arte concreto, basado en una preeminencia de lo racional y lo objetivo, articuló en sus discursos y producciones los desarrollos de diversas áreas del campo científico. De este modo, en sus manifiestos (instancia discursiva clave que establece la diferenciación con otras estéticas) y en diversos escritos publicados por los artistas o los críticos, se conformó un mosaico de saberes variados y diferentes, en donde la Gestalt aportaba su saber sobre la percepción a través de las leyes que la regulan. Estas leyes sobre los modos de organizar la actividad perceptiva y otras funciones psicológicas como la memoria o la conducta inteligente, habían sido formalizadas durante las primeras dos décadas del siglo XX en Alemania, para dar cuenta de la organización de los campos sensoriales. Respecto a las vías de ingreso de esta teoría y su vinculación puntual con el arte en la Argentina, se observa que ha tenido múltiples recorridos y que ha asumido formas diferentes. En este trabajo, se muestra que la fotógrafa alemana Grete Stern quien fue alumna de la Bauhaus, fue una actriz social clave en la divulgación de las relaciones entre el arte abstracto y la teoría de la forma. El contacto que ella estableció con los jóvenes artistas porteños (como el matrimonio Diyi Laañ y Gyula Kosice) significó el acceso por parte de estos a bibliografía sobre los debates europeos de la época. Estos debates incorporaban cuestiones como las de la percepción de la figura y el fondo y los problemas que esto acarreaba para el arte abstracto que buscaba la anulación de la perspectiva, la relación figura-fondo o cualquier “efecto” visual que entorpeciera la exaltación de los elementos objetivos de la obra en plano bidimensional. Otra figura importante en la conformación de estas intersecciones, fue el crítico de arte brasileño Mario Pedrosa, con quien Tomás Maldonado y Lidy Prati (en esos años, matrimonio) mantuvieron intercambios cuando visitaron Brasil en 1951. Pedrosa había sido alumno de la Universidad de Berlín entre 1927 y 1929, época de vanguardia y experimentación en esa ciudad, y allí había estudiado los desarrollos de la teoría de la forma a partir del interés que habían suscitado los desarrollos de Wassily Kandinsky y Piet Mondrian sobre la pintura no representativa, tanto en la propuesta abstracta más “espiritual” del primero, como en la geometría racional del segundo. Sin embargo el mapa que aquí reconstruimos sobre los recorridos, cruces y controversias de la Gestalt en el arte concreto argentino no solo se conforma de actores sociales y sus testimonios; la bibliografía en tanto aspecto material de los mismos constituyó un elemento clave para comprender esto. Para sondear este aspecto, la tesis reconstruye, lo más acabadamente posible, una lista de la bibliografía específica circulante sobre la Gestalttheorie en el ámbito académico, que incluye una indagación que se repliega a épocas anteriores a las señaladas por el arco cronológico de la tesis. Sin hacer una historia detallada y exhaustiva de la recepción de la psicología de la Gestalt, este relevamiento pretende lograr un aproximación a las ideas, interpretaciones y recreaciones que tuvieron lugar en el ámbito concreto argentino. El desarrollo de esta investigación se realiza a partir del entrecruzamiento de estas dos historias, la de la psicología y la del arte. Se trata de una reconstrucción de los itinerarios y las traducciones de los saberes y de las prácticas psicológicas en terrenos configurados más allá de las fronteras disciplinares específicas. Veremos así cómo a través de fronteras permeables de la ciencia y del arte, no solo han sido posibles la recepción y la traducción del lenguaje psicológico al artístico y a la inversa también. Además veremos cómo el paso de la psicología por esas fronteras al campo del arte suscitó debates y críticas a sus desarrollos, además de un lenguaje útil para abordar ciertos temas.