%0 Objeto de conferencia %0 Objeto de conferencia %A Kuchen, Federico %D 2015 %G Español %T Conductas, actores y demandas indíciales no contempladas en el espacio público urbano %U http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/51714 %U http://congresos.unlp.edu.ar/index.php/CA/CA2015/paper/view/2907/668 %X El ESPACIO PÚBLICO URBANO es portador de definiciones conceptuales complejas, en donde confluyen y se superponen capas y dimensiones físicas, sociales, históricas, culturales y simbólicas de una comunidad que la identifican y distinguen. Empíricamente el espacio público urbano se materializa en los espacios abiertos o exteriores de la ciudad, el sistema de calles, plazas, parques, y en los edificios públicos de carácter institucional, conformando el ámbito de libre accesibilidad, de uso colectivo y común para el desarrollo de la sociedad “el EP determina lo urbano al constituir una estructura que restituye los diversos elementos del orden físico y social de la ciudad en una unidad de sentido, una estructura total, continua y homogénea de formas materiales que se corresponden con formas culturales" (Arroyo, 2011, p.152) . En una ampliación del concepto, también se puede definir al espacio público como una conquista democrática. En las calles, las plazas, los parques, los lugares de encuentro ciudadano y en la monumentalidad, tangible e intangible, es donde se expresan y se materializan las relaciones entre los habitantes (sociabilidad), pero también entre el poder y la ciudadanía. Por lo tanto, se puede decir que “La ciudad es entonces no solamente urbs; sino también polis, lugar de poder, de la política como organización y representación de la sociedad, donde se expresan los grupos de poder, los dominados, los marginados y los conflictos” (Borjas y Muxi, 2000, p.20). Desde esta perspectiva, Manuel Delgado (2011) le atribuye al EPU valor ideológico en cuanto categoría política, es decir, se despliegan sobre el terreno de lo público categorías abstractas (democracia, ciudadanía, civismo, igualdad, etc), referidas a la coexistencia pacífica y armoniosa de lo heterogéneo de la sociedad. Son estrategias y códigos comunicacionales entre los diversos destinatarios y emisores con el fin de imponer valores básicos y pautas de comportamiento comunes entre sí y con el entorno. Se establece así una suerte de complicidad en la asociación efímera que se da entre quienes forman parte de las relaciones sociales en público. En este sentido Michel De Certeau (1996) define caracteres y operaciones que favorecen a la ciudad instaurada por el discurso utópico y urbanístico, en primer lugar por la producción de un espacio propio en cuanto conformación racional que rechaza dimensiones físicas, mentales o políticas que pudiera afectarla; también por la configuración de la ciudad como un sujeto universal y anónimo, es aquí donde se conforman operaciones espaciales especulativas y clasificatorias donde se organizan y distribuyen partes y funciones de la ciudad. Esta noción podría inscribirse en el análisis que realiza Michel Foucault sobre las estructuras de poder: dispositivos y procedimientos técnicos capaces de transformar una multiplicidad humana en una “sociedad disciplinada”; manejar, diferenciar y jerarquizar (De Certeau, 1996). Aún así, “la ciudad está a merced de los movimientos contradictorios que se compensan y combinan fuera del poder panóptico” (De Certeau, 1996, p.107). Cualquier utilización o empleo del espacio público urbano (espacio abierto: plazas, parques y vacíos urbanos) constituye acontecimientos que ponen a prueba sus funcionalidades admitidas o adquiridas y su significación, es desde esta perspectiva en la que se posiciona la investigación.