Sumario: | Los diseñadores gráficos, en buena medida, son herederos de la historia tipográfica americana. Una historia que, apenas estamos construyendo, que aún guarda muchos interrogantes y que se toma prestada a otras historias —como la que hicieron los bibliógrafos, como José Toribio Medina—. Una historia que pone a aquellos en un lugar de privilegio, pero también, demanda un alto grado de compromiso.
Podríamos afirmar que, si los diseñadores conocen la historia de su comunidad, se acercan a su identidad y, de esa manera, pueden ampliar su universo cultural y visual, lo que les permite seleccionar referentes más pertinentes para sus diseños y hacer reinterpretaciones formales y significantes.
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