Control de admisión y permanencia: un estudio etnográfico sobre la profesión de patovicas y controladores/as en La Plata

En términos formales se denomina control de admisión y permanencia (CAP) al control y la regulación del ingreso, egreso y permanencia en espacios públicos o privados de acceso público y masivo. “Patovica” es el nombre con el que popularmente se conoce a los guardias de seguridad que realizan esta ac...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Cabandié, Betania Soledad
Formato: Libro Capitulo de libro
Lenguaje:Español
Publicado: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y CLACSO 2019
Materias:
Acceso en línea:http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/146692
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Descripción
Sumario:En términos formales se denomina control de admisión y permanencia (CAP) al control y la regulación del ingreso, egreso y permanencia en espacios públicos o privados de acceso público y masivo. “Patovica” es el nombre con el que popularmente se conoce a los guardias de seguridad que realizan esta actividad. El trabajo de estos agentes en La Plata tiene una importante visibilidad ya que se trata de una ciudad con un alto porcentaje de estudiantes y una oferta heterogénea en cuanto a espacios de diversión nocturna. La naturaleza de la actividad orientada a la “regulación” guarda correspondencia con las normas establecidas por los/as dueños/as de los espacios a controlar. La disputa con los/as clientes/as por el acatamiento y el sentido de estas normas constituye el origen de los conflictos nocturnos, luego difundidos por la prensa y discutidos públicamente. Se desprende de su función que a las personas encargadas de realizar esta tarea se las llame, formalmente, “controladores/as”. Sin embargo, en el ámbito de la nocturnidad es más frecuente la tradicional designación que enunciamos en el párrafo anterior: “patovicas”. Producto de la estadía en el campo pudimos apreciar que estos términos no son simplemente dos formas de llamar a un/a mismo/a trabajador/a, sino que implican maneras diferentes de concebir y desarrollar la profesión pues subrayan aspectos distintos. Mientras que el modelo de patovica se relaciona con prácticas tradicionales fuertemente moldeadas por la violencia como método de ejercer el control, el modelo de controlador/a se orienta a la profesionalización de la actividad, y reivindica la posesión de un conjunto de técnicas de manejo de situaciones conflictivas a partir del diálogo y el uso medido y racional de la fuerza física. En este trabajo entendemos la profesión de patovicas y controladores/ as como una actividad dentro del ámbito de la seguridad privada, en tanto su principal función es el mantenimiento de un orden instrumental que permite optimizar las ganancias del espacio donde se inserta (Shearing y Stenning, 1985). Esto implica, a su vez, entender al CAP como una forma de policiamiento, es decir, una forma social de control del delito y mantenimiento de un orden socialmente legítimo. Para ello, los/as controladores/as y patovicas están habilitados/as para usar la fuerza física en espacios privados previamente definidos, a fin de resguardar la vida y bienes de las personas.