%0 Articulo %0 Articulo %A Lozovan, Eugenio %D 1969 %G Español %T Laus Romae %U http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/14226 %X En los papeles de mi maestro N. I. Herescu he encontrado, después de su muerte, muchas veces, el título de un proyecto suyo de trabajo: Le árame d’Enée "El drama de Eneas”. No creo que yo pudiera escribir el trabajo que N. I. Herescu no ha escrito, pero espero no equivocarme al presumir cuál era su pensamiento profundo. Y lo supongo con la ayuda de un excelente libro del profesor Jacques Perret, de la Sorbona, sobre Virgilio. El autor nos enfoca el problema de esta manera. Eneas y sus compañeros pudieron encontrar en Cartago todo lo que el cuerpo y el espíritu deseaban. Pero los troyanos no se quedaron porque estaban encargados de una misión: la fundación del Imperio. De modo que el eje de la Eneida estaría aquí, lo que es al mismo tiempo una dramática lección. Dejar la patria devorada por las llamas, dejarla con un padre ya viejo sobre las espaldas, con los dioses lares, con un hijo en la mano; perder casi todo —como han perdido los troyanos en el naufragio— y al mismo tiempo estar predestinado a fundar un imperio.