Jens Andermann, <i>Tierras en trance. Arte y naturaleza después del paisaje</i> : Santiago de Chile, Metales Pesados, 2018, 462 páginas

En la primera parte de una de las novelas latinoamericanas más importantes del llamado regionalismo, <i>La vorágine</i> de José Eustasio Rivera, se alude de manera peculiar a los emprendimientos extractivistas. El cauchero Barrera aparece en busca de los “enganchados” y con ese fin repar...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Di Benedetto, Matías
Formato: Articulo Revision
Lenguaje:Español
Publicado: 2020
Materias:
Acceso en línea:http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/114295
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Descripción
Sumario:En la primera parte de una de las novelas latinoamericanas más importantes del llamado regionalismo, <i>La vorágine</i> de José Eustasio Rivera, se alude de manera peculiar a los emprendimientos extractivistas. El cauchero Barrera aparece en busca de los “enganchados” y con ese fin reparte entre el público una serie de “postales de colores”. En ellas se retrata a los trabajadores acodados a los barandales de casas de dos pisos mientras observan las “lanchas de vapor [que] humeaban en el puertecito” (2002, p. 179). Estas fotografías funcionan como el “reverso del fulgor progresista” capaces de hilar una “(eco) historia alternativa de la modernidad” (2018, p. 178). A partir de la conflictiva relación entre el ambiente y los modos representativos, esta y otras ficciones regionalistas dejan entrever “un pensamiento ecológico y político que trabaja por dentro de las formas estéticas” (p. 28) y que sienta las bases para una aproximación literaria y artística al extractivismo ya que describen la transformación de los paisajes en tanto modalidad del despojo que subraya, ante todo, su carácter destructivo. De esta manera, la centralidad del regionalismo literario en la estructura general de <i>Tierras en trance. Arte y naturaleza después del paisaje</i> de Jens Andermann se apoya en la revelación no sólo de una genealogía del antropoceno que tiene su origen en dichas textualidades, las cuales forman parte deun conjunto de “constelaciones artísticas entre, aproximadamente, la década de 1920 y el presente” (p. 26),sino también como descripción de uno de los momentos destacados del “viraje” (p. 28) que se produce en el proceso estético del último siglo, representante de un “giro crítico” (p. 27) propio de la teoría cultural que describe las transformaciones conceptuales propias del paisaje en virtud de la aparición de la postnaturaleza como condición fundante de la era del antropoceno. Andermann, sin embargo, señala que su intención metodológica no busca reproducir lo que a las claras podría entenderse, si nos atenemos a la importancia otorgada a dicho capítulo central de su libro, como un “itinerario melancólico” (p. 425) hacia formas idealizadas del paisaje y el ambiente natural.