Madera, hormigón, composición y sistema : La obra de Mario Soto y Raúl Rivarola en Misiones (1956-1963)

La arquitectura proyectada por Mario Soto y Raúl Rivarola, en la provincia de Misiones, se recorta contra la provincialización de los territorios nacionales, la vinculación entre Estado y arquitectura; el entrecruzamiento entre técnica y política; el proceso de “invención de las tradiciones”, la “cu...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Noetzly, Christian
Otros Autores: Schmidt, Claudia
Formato: Tesis Tesis de maestria
Lenguaje:Español
Publicado: 2016
Materias:
Acceso en línea:http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/108526
https://doi.org/10.35537/10915/108526
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Descripción
Sumario:La arquitectura proyectada por Mario Soto y Raúl Rivarola, en la provincia de Misiones, se recorta contra la provincialización de los territorios nacionales, la vinculación entre Estado y arquitectura; el entrecruzamiento entre técnica y política; el proceso de “invención de las tradiciones”, la “cuestión nacional”, el dilema de los estilos y el debate por la elección de los espacios cívicos representativos para la expresión de los “lenguajes nacionales”. Es posible estudiar, a través de su obra, las múltiples discusiones que tensaban la disciplina, atravesada por las transformaciones políticas, económicas y culturales. El escenario geopolítico nacional, producido por la formación de nuevas provincias, en concomitancia con un mundo que se reconstruía luego de la segunda posguerra, introdujo nuevos temas y necesidades. La arquitectura debía brindar respuestas a las demandas de una sociedad que exigía incorporar a sus edificios, criterios de serialidad, indeterminación, flexibilidad y crecimiento ilimitado. Una generación de arquitectos, surgida en los inicios de 1950, debió enfrentarse a los desafíos que este escenario les propuso. Motivando la reestructuración de su proceder disciplinar, puesto en tensión por una mirada que descubría una modernidad incipiente, confrontada por una formación atravesada por un academicismo debilitado. Estableciéndose un espacio de transición, parafraseando a Banham, una “zona de silencio”, en la que se sucedieron interesantes transformaciones. Si una de las problemáticas de la década de 1950, es el pasaje de la grilla estructural a la resistencia por forma, la arquitectura de Soto y Rivarola, ofrece un claro ejemplo de este debate. El caso de las escuelas y las hosterías, oficia de prototipo de estructura resuelta a partir de una retícula de madera; mientras que la cubierta de la escuela en Leandro N Alem, aporta el modelo de estructura plástica construida en hormigón armado. Se verifican múltiples cambios en la reflexión disciplinar y en el modo de concebir el proyecto. Variados temas jalonan la práctica profesional: el pasaje de un pensamiento bidimensional a uno tridimensional en la concepción de edificios. La disolución del imperativo: programa y forma. La aparición de una arquitectura de partes funcionales ensambladas, vinculadas a partir de ejes materializados por las circulaciones. La supervivencia de los conceptos de “partido” y el repertorio “beaux arts” tamizados por nuevos requerimientos, permiten vislumbrar la problemática y contradicciones de los períodos de cambio. Partido, Carácter, serialidad e indeterminación, pero también “Madera, Hormigón, Composición y Sistema” son los grandes temas que atravesaron la época y la arquitectura de Soto y Rivarola. Ellos brindaron ajustadas respuestas, conformándose en verdaderos intérpretes de las demandas que el momento exigía, produciendo una arquitectura de profunda modernidad, anclando permanencias vestigios y referencias, en un presente que necesita redescubrirlas.