Dos relatos porteños: la vida nueva de Raúl Escari

En uno de sus extraordinarios ensayos sobre el modernismo, dice Ángel Rama que aquel fue un tiempo de desenfrenado egotismo como no volvió a verse. El principio decadentista de la exaltación de sí mismo potenció hasta la exacerbación el culto romántico al yo y los artistas, concientes como nunca ant...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Giordano, Alberto
Formato: Articulo
Lenguaje:Español
Publicado: 2007
Materias:
Acceso en línea:http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/10815
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.10413/pr.10413.pdf
Aporte de:
Descripción
Sumario:En uno de sus extraordinarios ensayos sobre el modernismo, dice Ángel Rama que aquel fue un tiempo de desenfrenado egotismo como no volvió a verse. El principio decadentista de la exaltación de sí mismo potenció hasta la exacerbación el culto romántico al yo y los artistas, concientes como nunca antes de su singularidad, se dedicaron, con disciplina o liviandad, según el caso, a la transmutación de sus vidas en obras de arte. Un testimonio, entre otros que se podrían ofrecer, de la fuerza con que se impuso entre los escritores de la época la creencia en que la propia personalidad, por lo que tenía de excepcional y de superior respecto de la vulgaridad circundante, podía servir como tema para la edificación de un monumento literario, lo da la presencia, por primera vez dentro de las literaturas de habla hispánica, de un conjunto de diarios de escritores (los de Rufino Blanco Fombona, Federico Gamboa, José Juan Tablada, José María Vargas Vila y Ángel de Estrada) en los que la autofiguración morosa, a través del registro de gestos, sensaciones o gustos inusuales, prevalece sobre cualquiera de las funciones morales y prácticas en las que se sostenía hasta entonces el ejercicio del género.