La construcción de una identidad cultural llamada Nación.
En los orígenes de la Nación se desencadenó una cruenta guerra entre lo moderno y lo tradicional, entre el nuevo y viejo régimen, pues el rey y los nobles, debido a los privilegios que detentan poseen una cultura distinta. Por ello mismo se convierten en los enemigos de la Nación: extranjeros, pues...
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| Autor principal: | |
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| Formato: | Artículo publishedVersion Artículo revisado por pares |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM
2013
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| Materias: | |
| Acceso en línea: | http://www.revistas.unam.mx/index.php/rep/article/view/37179 http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=mx/mx-047&d=article37179oai |
| Aporte de: |
| Sumario: | En los orígenes de la Nación se desencadenó una cruenta guerra entre lo moderno y lo tradicional, entre el nuevo y viejo régimen, pues el rey y los nobles, debido a los privilegios que detentan poseen una cultura distinta. Por ello mismo se convierten en los enemigos de la Nación: extranjeros, pues son extraños a los valores de la naciente cultura. En este sentido, extranjero es aquel que posee una cultura diferente. La guerra entre la Nación y el extranjero hizo posible la instauración de la soberanía popular; hizo posible también el surgimiento del totalitarismo y, hoy en día, ante la crisis del Estado nacional revive la intolerancia y el fanatismo que por un momento se pensó habían sido superados. |
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