EL ESPÍRITU Y EL SISTEMA NERVIOSO (1867). The Physiology and Pathology of Mind.
La afirmación de que el cerebro segrega el pensamiento como el hígado segrega la bilis, enunciada en toda su rudeza, ha sido ridiculizada por unos y recibida por otros con desaprobación y disgusto. Seguramente que no es la expresión exacta de los hechos; puede admitirse desde luego que el cerebro es...
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| Autor principal: | |
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| Formato: | Artículo publishedVersion |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
Departamento de Psicoanálisis/ Universidad de Antioquia
2015
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| Materias: | |
| Acceso en línea: | http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/affectiosocietatis/article/view/23755 http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=co/co-058&d=article23755oai |
| Aporte de: |
| Sumario: | La afirmación de que el cerebro segrega el pensamiento como el hígado segrega la bilis, enunciada en toda su rudeza, ha sido ridiculizada por unos y recibida por otros con desaprobación y disgusto. Seguramente que no es la expresión exacta de los hechos; puede admitirse desde luego que el cerebro es el órgano principal del espíritu, sin aceptar por eso la defectuosa comparación que asimila las funciones del cerebro a una secreción material. La confusión depende en este caso, como en los demás casos, del doble uso de la palabra secreción para designar el acto secretorio y su producto, o lo que es lo mismo, los cambios moleculares e insensibles y sus resultados materiales. Comenzaremos por manifestar con la mayor claridad posible lo que entendemos por alma o espíritu. |
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