Los Chimalapas. La última selva de México

El proceso de destrucción de las selvas mexicanas no ha sido un hecho fortuito y aislado provocado por los indígenas que en ellas viven. La desaparición de las selvas ha sido un proceso dirigido que se inicia de manera sistemática en la segunda mitad del siglo pasado con la explotación de las madera...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: González Pacheco, Cuauhtémoc, Eguiluz de Antuñano, Alicia
Formato: Artículo PeerReviewed
Publicado: Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM 1991
Materias:
Acceso en línea:http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=mx/mx-030&d=2160oai
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Descripción
Sumario:El proceso de destrucción de las selvas mexicanas no ha sido un hecho fortuito y aislado provocado por los indígenas que en ellas viven. La desaparición de las selvas ha sido un proceso dirigido que se inicia de manera sistemática en la segunda mitad del siglo pasado con la explotación de las maderas preciosas y que se intensifica en la segunda mitad del presente siglo con la ganaderización. Las selvas del estado de Quintana Roo que colindan con Belice fueron fuertemente explotadas durante las décadas de 1950 y 1960. Las selvas de los estados de Veracruz, Campeche y Tabasco sufrieron el cambio de usos del suelo para destinarlas a pastizales y a monocultivos. En el estado de Oazaca queda la última selva virgen con una extensión considerable de aproximadamente 450 mil hectáreas, esta selva se conoce como selva de los Chimalapas. En el año de 1967 un decreto presidencial les reconoció la propiedad a los indígenas zoques sobre más de 600 mil hectáreas. Sin embargo, la resolución presidencial 23 años después no ha sido ejecutada, provocándose un conflicto agrario permanente entre ganaderos, compañías madereras, nuevos centros de población y el grupo indígena zoque.