El capitalismo ya no es de acero

Desde hace veinte años la economía capitalista muestra problemas de profundidad y complejidad crecientes, y pasa a ser cuestión del pasado la etapa dorada de crecimiento dinámico de la actividad económica y de las gananacias que experimentó desde la segunda posguerra mundial hasta medidados de los a...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Rueda Peiro, Isabel, González Marín, María Luisa, Álvarez Mosso, Lucía
Formato: Libro PeerReviewed
Publicado: Ediciones Quinto Sol 1990
Materias:
Acceso en línea:http://ru.iiec.unam.mx/1431/1/ElCapitalismoNoEsDeAcero.pdf
http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=mx/mx-030&d=1431oai
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Descripción
Sumario:Desde hace veinte años la economía capitalista muestra problemas de profundidad y complejidad crecientes, y pasa a ser cuestión del pasado la etapa dorada de crecimiento dinámico de la actividad económica y de las gananacias que experimentó desde la segunda posguerra mundial hasta medidados de los años sesenta. En las épocas de crisis profundas y de larga duración, como la actual, la forma desigual y contradictoria en que se desarrolla el capitalismo se expresa más crudamente. Esta se manifiesta entre los países, regiones y grupos de trabajos, y también en el desempeño de los diferentes sectores y ramas de la economía y de los diversos segmentos de capitalistas. Los tiempos difíciles impulsan la centralización de los capitales y cambios en la estructura del capital industrial y en la división internacional del trabajo. Nuevas ramas de la producción adquieren pujanza y algunas fundamentales de las épocas de bonanza se ven relegadas a segundo o tercer término. Desde hace más de un siglo, la siderúrgia ha sido una de las industrias más afectadas por los vendavales cíclicos del capitalismo, pero volvía por sus fueros después de los cataclismos para encumbrarse entre las más importantes. Sin embargo, en los últimos años está perdiendo su rango en la estructura industrial de los países desarrollados e incluso se ve desplazada de estos países a los del llamado Tercer Mundo. El desarrollo del capitalismo impulsó la producción siderúrgica y parece que en su debate este régimen la está debilitando. Tal cosa parece sugerir el virtual estancamiento de la producción mundial de acero en los últimos trece años, la gran capacidad instalada ociosa y el enorme desempleo de obreros siderúrgicos en los países capitalistas desarrollados, así como los cambios tecnológicos en otras ramas industriales, el empleo de aceros más livianos y su sustitución por otros materiales, y los nuevos rasgos que se perciben en la división internacional del trabajo.