Hacia una política territorial del desarrollo rural de México

Existe en México una preocupación permanente por reencauzar el papel que deberá jugar el campo en el futuro del desarrollo nacional, considerando sus dificultades actuales de atraso y estancamiento. Una visión de cómo impulsar este proceso está presente en la nueva Ley de Desarrollo Rural Sustentabl...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Felipe Torres Torres, Javier Delgadillo Macías
Formato: Artículo científico
Publicado: Universidad Autónoma del Estado de México 2009
Materias:
Acceso en línea:http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10511169005
http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=mx/mx-014&d=10511169005oai
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Descripción
Sumario:Existe en México una preocupación permanente por reencauzar el papel que deberá jugar el campo en el futuro del desarrollo nacional, considerando sus dificultades actuales de atraso y estancamiento. Una visión de cómo impulsar este proceso está presente en la nueva Ley de Desarrollo Rural Sustentable, de la cual se desprende un enfoque del desarrollo a partir del territorio como sujeto de acción, y se reconocen los nuevos procesos rurales como ejes para reconstituir el tejido de la vida rural. Sin em bargo, todavía falta expresar esta ley en una política operativa que incluya efectivamente la concreción de alternativas para revertir el despoblamiento del campo, provocada por la marginación y emigraciones masivas ante la necesidad de sobrevivencia campesina En tal caso, la propuesta debería llevar hasta sus mayores alcances posibles el enfoque territorial del desarrollo rural como estrategia operativa. Por lo tanto, lo que nos proponemos en este trabajo es plantear algunos aspectos que pueden ser estratégicos en la definición de una política rural para el país, a partir del enfoque territorial y regional del desarrollo, teniendo en cuenta las dimensiones de fragmentación económica y social que genera el abandono del campo; pero también como nueva escala de oportunidades que trae consigo la presencia de actividades rurales cada vez más diversas y complejas, las cuales puedan traducirse en la nueva política de desarrollo rural que tanto anhelamos como forma de abatir los desequilibrios sociales en el país.