Algunas reflexiones sobre jóvenes, artes visuales y política

El presente artículo presenta algunas reflexiones sobre los jóvenes tucumanos, tomando como caso testigo a los alumnos de la Facultad de Artes de la UNT. Se analiza el interés en sus propias producciones, sus formas de participación e interacción y sus peleas por el espacio público. Esta situación...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Wyngaard, Alejandra María
Formato: article artículo publishedVersion
Lenguaje:Español
Publicado: Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales 2017
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/2133/6974
http://hdl.handle.net/2133/6974
Aporte de:
Descripción
Sumario:El presente artículo presenta algunas reflexiones sobre los jóvenes tucumanos, tomando como caso testigo a los alumnos de la Facultad de Artes de la UNT. Se analiza el interés en sus propias producciones, sus formas de participación e interacción y sus peleas por el espacio público. Esta situación les presenta una profunda problemática entre su práctica disciplinar generalmente individual y la participación política, que constituye un fenómeno esencialmente colectivo. Para esta investigación, se tomó el concepto de generaciones y desde allí, se realiza un breve recorrido histórico los años 60/70 a la actualidad. Es decir desde jóvenes totalmente incorporados en la actividad política y su negación al mercado, a otros que estuvieron formateados por la búsqueda de nuevas formas de expresión para soslayar la censura de la dictadura; sin dejar a los jóvenes de los noventa y la cultura licuada, con la mirada puesta en Buenos Aires o los grandes centros urbanos, a los actuales que no cuestionan la globalización sino que aceptan como un estar en el mundo. Hoy, atravesados por las nuevas tecnologías, están en un constante proceso de reposicionamiento y redirección de sus visiones artístico/estético/política. Se refleja en críticas sociopolíticas, en prácticas de impugnación y resistencia generalmente en la proliferación de salas alternativas y en procesos de autogesión. Pero también este largo y doloroso proceso ha permitido una resignificación de la producción artística, en tanto ha abandonado las definiciones del mercado para consolidar una noción del arte como producto social