Plásticos Independientes junto al Museo. La difusión del arte moderno en Rosario.

El presidente de la Dirección Municipal de Cultura inauguró en mayo de 1938 una nueva edición del tradicional Salón rosarino y presentaba al mismo tiempo un ambicioso plan de trabajo, orientado a dar un nuevo impulso a la producción cultural de la ciudad en todas sus manifestaciones. Cerrando el año...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Mouguelar, Lorena V.
Formato: article artículo publishedVersion
Lenguaje:Español
Publicado: Facultad de Humanidades y Artes. Escuela de Bellas Artes 2022
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/2133/24379
http://hdl.handle.net/2133/24379
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Descripción
Sumario:El presidente de la Dirección Municipal de Cultura inauguró en mayo de 1938 una nueva edición del tradicional Salón rosarino y presentaba al mismo tiempo un ambicioso plan de trabajo, orientado a dar un nuevo impulso a la producción cultural de la ciudad en todas sus manifestaciones. Cerrando el año 1937, la Comisión Municipal de Bellas Artes había sido reestructurada en respuesta a los reclamos formales de un importante número de artistas por la ineficacia de su accionar y en su lugar se habían creado dos nuevas instituciones. Por un lado, el Museo Municipal de Bellas Artes que a partir de entonces llevaría el nombre de Juan B. Castagnino en homenaje al entusiasta promotor de las artes y coleccionista rosarino, tal como lo había solicitado su familia al momento de donar al municipio los fondos necesarios para la definitiva construcción de un edificio anhelado por largos años. Por otra parte, la Dirección Municipal de Cultura quedaba constituida como cuerpo colegiado del que sería miembro nato el director del Museo. Esta cláusula era indicativa de la estrecha conexión que debían mantener ambos organismos, pese a que cada uno tuviera funciones específicas.